Vecinos de la calle Cardero de la ciudad, la que desemboca en la estación del tren, denuncian la existencia de una plaga de palomas en un inmueble ubicado en el número 10 que se encuentra deshabitado. Olga Calvo, una vecina del bloque situado enfrente de este edificio, asegura que esta proliferación de aves supone «un problema grave para la salud pública», a lo que se suma la suciedad que generan. «Tenemos que limpiar todos los poyetes de las ventanas sabiendo que de las esporas de los excrementos provocan cantidad de enfermedades», asegura.
Calvo afirma que en el ayuntamiento son conocedores de esta problemática, ya que hace un par de años se tomaron medidas, pero lamenta que hayan sido de forma temporal. «Los técnicos que vinieron la primera vez dijeron que había mas de mil aves. En la denuncia que presentamos los vecinos aportamos muchas fotos y se tomaron medidas temporales porque colocaron unas jaulas, pero al cabo de un par de meses las quitaron. Habían dado resultado porque mermó mucha la cantidad de palomas», explica. En esta línea, la vecina sostiene que de nuevo se ha producido «un aumento inmenso de las palomas, a lo que se suma que están muriendo». «Pedimos al ayuntamiento que trate esta plaga», subraya Calvo.