Una nueva oportunidad para las instalaciones deportivas de El Prado. La junta de gobierno local aprobará la semana que viene la cesión de uso de una parte de las instalaciones al club deportivo de petanca de Mérida. Según informa la delegada municipal Ana Aragoneses, el objetivo es «rehabilitar, realizar mejoras y darle el uso que realmente tienen». Este recinto podrá usarse por otras entidades, por ello, el consistorio anima a todos los colectivos interesados a que también opten para poder disfrutar de este complejo. Al club de petanca se le concederá una de las dos pistas de fútbol, los vestuarios y un almacén.

Las instalaciones deportivas contarán con 10 nuevas pistas de petanca, en sustitución del campo de fútbol, y estas serán adaptables en función de las necesidades del resto de las zonas. Una vez rubricado el acuerdo, al club de petanca se le concederá la entrega completa de llaves. La empresa que resultó adjudicataria de unas obras de mejora en 2017 no llegó a finalizar los trabajos acordados, por lo que el recinto deportivo se cerró un año más tarde. «Fue una inversión muy costosa», comenta Aragoneses.

Por su parte, el presidente de la urbanización de El Prado, Jaime Gil, afirma que «las instalaciones deportivas llevan dos años cerradas». A su juicio, los motivos principales de que estas estén cerradas se deben a las malas condiciones en las que se encuentran, la falta de alumbrado, los restos de las obras que se realizaron meses antes de la llegada del coronavirus, hierros sueltos cerca del parque infantil y la mala calidad de las pistas de calistenia que se trataron de hacer. En definitiva, un cúmulo de deficiencias que hacen que estas zonas no estén acabadas y no estén habilitadas actualmente para su uso. «Nos tienen abandonados, aquí no llegan ni los mismos servicios ni las mismas ayudas como a otras partes de la ciudad», denuncia Gil.

En el censo de El Prado constan unas 3.200 personas, de ahí que los vecinos reclamen el mantenimiento y reapertura de esta zona deportiva en desuso, además de un colegio, ya que «la gente se ve en las circunstancias de tener que empadronarse en otros lugares de la ciudad por la falta de este servicio».