Siguen los trabajos para reducir la siniestralidad vial en la ciudad. El delegado de Tráfico, Marco Antonio Guijarro, señala a este diario que se está estudiando la instalación de tres nuevos radares para controlar la velocidad en la avenida Reina Sofía y, más adelante, también se instalará algún dispositivo en Felipe VI. En estas vías está prohibido circular a más de 50 kilómetros/hora, al igual que en todo el casco urbano, sin embargo, es habitual que los conductores rebasen los límites de velocidad establecidos, lo que puede ocasionar colisiones entre vehículos y atropellos a los peatones. 

El delegado señala que aún no se sabe qué modelo de radar se va a instalar en estas vías, ya que «si la idea es cubrir tramos enteros, lo mejor quizás sería que tuvieran función de vídeo». En esta línea, Guijarro apunta que no hay fecha prevista para la puesta en marcha de estos dispositivos, ya que la iniciativa está en estudio y hay que disponer previamente de informes policiales, así como analizar los costes económicos para acabar pidiendo una autorización al Ministerio del Interior. La idea es que se incluya como un proyecto de movilidad urbana para que pueda sufragarse con fondos europeos.

En marzo del pasado año entró en funcionamiento el radar fijo para el control de la velocidad instalado en el cruce de la avenida Reina Sofía con José Saramago (coincide con un tramo del puente Fernández Casado). Con esta medida, el gobierno municipal perseguía mejorar la seguridad vial en este tramo de la vía urbana más transitada de toda la ciudad, ya que por ella circulan cada año más de 2,9 millones de vehículos, y por ende es la que soporta una mayor siniestralidad. 

El delegado recuerda que en 2019 se produjeron tres fallecimientos por siniestros graves y todos se asociaron a un exceso de velocidad en ese tramo del puente, mientras que ahora apenas hay incumplimientos. Según el reglamento de circulación, las multas de este radar van desde 100 euros para velocidades entre 51 y 70 km/h, hasta 600 euros y seis puntos del carné de conducir si la velocidad es superior a 101 km/h.