Veladores y terrazas plenamente accesibles y estéticos. El pleno del Ayuntamiento de Mérida aprobó ayer de forma definitiva la modificación de la ordenanza de terrazas, que entrará en vigor en dos meses. El cambio salió adelante con los votos del PSOE y el apoyo de Ciudadanos y Unidas Podemos; el PP se abstuvo y Vox votó en contra al entender que «es el peor momento, dadas las circunstancias económicas, para llevar a cabo estos cambios». «La contestación en la calle ha sido bastante notable», apuntó Ángel Pelayo Gordillo.
El concejal de Policía Local, Marco Antonio Guijarro, explicó que la reforma introducida hace referencia a tres cuestiones. La primera, la accesibilidad total a personas con discapacidad; la segunda es la estética (se deberán instalar toldos y veladores en tonos blancos y grises, sin cerramientos). La tercera, la regulación de la ocupación de la vía pública, de forma que a excepción de plazas y parques, la terraza no podrá superar los metros que ocupe la fachada del local.
«Tres pequeños cambios», según el alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, que serán un «factor corrector de la desigualdad». «Lo que no puede ser es que en esta ciudad alguien con un local de 15 metros tenga 120 de terraza. Entonces el modelo de negocio no es el restaurante, es la calle. La terraza debe ser un complemento», dijo.
El plazo de entrada en vigor desde la publicación del texto en el Boletín Oficial de la Provincia de Badajoz será de dos meses, si bien para la adaptación de toldos y veladores a la nueva estética el plazo se amplía a enero de 2023.
Con respecto al posicionamiento de los grupos, Unidas Podemos consideró «conveniente» regular los usos del suelo para terrazas ante la «saturación» actual, y la edil Montserrat Girón abogó por no renunciar a la accesibilidad. Por Ciudadanos, Andrés Humánez se refirió a los posibles problemas con las aseguradoras al obligar a cubrir también la terraza, y el PP exigió un mayor plazo de adaptación.