Dice que cuando se marche quiere ser recordado como un emeritense más que se comprometió a estar en política para ayudar a la ciudad a la que quería. En dos años acabará su segunda legislatura como alcalde de Mérida y Antonio Rodríguez Osuna dejará el bastón de mando municipal para cumplir con su compromiso personal de estar ocho años al frente de la gestión municipal. A pesar de que la pandemia de coronavirus ha trastocado todo, el primer edil se muestra confiado en sacar adelante la «práctica totalidad» de los proyectos recogidos en su programa electoral, con la vista puesta en seguir ayudando a los sectores más afectados por la crisis y en reactivar la economía local.

-¿En qué ha mejorado la vida de los emeritenses desde que hace seis años llegara a la Alcaldía?

-En lo social, en lo económico y en el trato a los vecinos y vecinas. Hay cosas fundamentales como la transparencia, la gestión económica del ayuntamiento bajando la deuda de 77 a 22 millones, la subida en inversión pública y las numerosas ayudas que se han puesto en marcha. En la historia de la democracia ningún empresario ha recibido ni un solo euro del ayuntamiento y ya llevamos dos convocatorias de subvenciones directas a fondos perdidos al conjunto de los empresarios de la ciudad. 

-Ya ha reiterado en varias ocasiones que no se presentará a la reelección como alcalde, ¿qué tiene pensado hacer entonces?

-Lo que pase con mi vida política no me importa mucho ahora mismo, en septiembre de 2022 se sabrá cuál va a ser mi actividad.

-¿Quién le sustituirá?

-Habrá un proceso de primarias para decidir quién será el candidato o candidata a la alcaldía. 

-¿De qué se siente más orgulloso en estos dos últimos años? 

-Sin duda alguna, de la gestión económica y social, de cómo hemos atendido y resuelto los problemas de las familias de Mérida.

-¿Qué decisiones no le hubiera gustado tener que tomar?

-Las que hemos tomado para luchar contra la pandemia, la cantidad de inversión y gasto que hemos tenido que realizar para ayudar a las familias en una situación tan crítica como la que hemos vivido y seguimos viviendo.

-¿En qué sentido ha condicionado la pandemia su gestión?

-Hemos perdido un año, pero no solamente el Ayuntamiento de Mérida, sino todas las administraciones, ya que ha ralentizado muchos de los proyectos que estaban en marcha. Nos hemos centrado en que todos los recursos económicos y técnicos se dedicaran a la lucha contra la pandemia. 

-¿Tiene pensado poner en marchas nuevos paquetes de ayudas para los sectores más afectados por la crisis sanitaria?

-En función de las posibilidades económicas del ayuntamiento, la idea es seguir repitiendo las campañas de incentivación al consumo en el comercio y en la hostelería, porque Mérida es una ciudad que vive del sector servicios.

-¿Cómo van los plazos para finalizar las obras del María Luisa?

-La obra civil del edificio principal acabará en torno a agosto o septiembre, después se habilitará el acceso por la Torre Albarrana y se instalará el equipamiento tecnológico para que sea unos de los teatros más modernos de España. 

-¿El año que viene se celebrará en este teatro el concurso de agrupaciones del Carnaval Romano?

-Sí, se celebrará en el María Luisa.

-Tras la rescisión del contrato con la adjudicataria Larry Smith, ¿qué proyecto tiene planteado para el Mercado de Calatrava?

-En unos días vamos a convocar a las empresas locales que habían tenido algún tipo de relación con Larry Smith para ver su situación actual. Antes del 15 de julio contaremos cuáles son los planes del gobierno para el Mercado de Calatrava. Parece bastante inviable que el nuevo proyecto sea como el original. Puede que tenga algo de comercio y del sector servicios, pero vamos a definirlo primero para trasladárselo a la oposición.

-¿En qué punto están los dos proyectos industriales que quieren instalarse en la ciudad?

-Las empresas interesadas ya están en contacto con la Junta de Extremadura para poder instalarse, pero hay que tener discreción porque son inversiones muy fuertes con capital extranjero y no depende solo de la voluntad del gobierno. Estas industrias crearían muchos puestos de trabajo y creo que antes de final de año podrían presentarse estos proyectos, que se vincularán con Expacio Mérida.

-¿Hay alguna novedad sobre el proyecto de la azucarera?

-La última noticia que tenemos es que el promotor se ha sentado con el Ministerio para ver el coste de la energía, que es fundamental para poder poner en marcha la industria, y que la decisión definitiva no se va a retrasar mucho tiempo. Si la azucarera decide instalarse declararemos la utilidad pública, pero siempre que haya un interés real para iniciar la obra.

-¿A qué proyectos no renuncia?

-No renuncio a la reordenación de la plaza de la basílica de Santa Eulalia, con la puesta en valor de la propia basílica y del convento de las Freylas, ni a la Ciudad de la Infancia en los terrenos del antiguo cuartel Hernán Cortés. El objetivo del gobierno es cumplir con las propuestas que llevamos en el programa electoral. No descartamos adquirir algunos espacios patrimoniales más con los remanentes. Ya tenemos la resolución favorable de la Junta para iniciar el expediente de expropiación de la Puerta de la Villa y ganaremos un espacio más en el centro de la ciudad. Además, este año volveremos a sacar el plan de asfaltado público de 500.000 euros, que llegará a nuevas calles y avenidas. 

-¿Qué opina de que algunos ciudadanos digan que solo se destinan recursos para la zona centro?

-Este gobierno no distribuye recursos en función de los barrios, sino de las necesidades de la ciudad. Se gasta donde hace falta. 

-El turismo es un sector clave para la economía local, ¿cuáles son las expectativas para el verano?

-Estoy convencido de que el segundo semestre del año 2021 va a ser muy similar en números, en generación de empleo, pernoctaciones hoteleras y en recuperación económica al 2019, que fue el mejor año del turismo en la historia de la ciudad. Estos seis meses van a ser, como mínimo, iguales o mejores que en el año 2019.