«Estoy completamente convencido de que mi hermano fue un bebé robado». Así de contundente se expresa Manuel León, un emeritense afincado en Madrid que lleva ya más de una década buscando a su gemelo Pedro, al que dieron por muerto a las pocas horas de nacer, aunque no hay pruebas documentales que certifiquen su fallecimiento. A través de las publicaciones que cuelgan en las redes sociales, su familia le ha dado ahora un nuevo impulso a la búsqueda.

En torno a las diez y media de la mañana del 3 de enero de 1973, Maximina García, natural del municipio de Oliva de Mérida, daba a luz a sus dos hijos en el antiguo Hospital San Juan de Dios de Mérida, en el edificio que hoy es la sede de la Asamblea regional. «Mi hermano y yo nacimos prematuros con apenas seis meses, de hecho, mi madre ni sabía que tenía gemelos», relata Manuel. Por este motivo, los recién nacidos fueran traslados en ambulancia hasta el Hospital Materno Infantil de Badajoz. 

En un primer momento todo iba bien, pero en el camino a Badajoz le dijeron a su madre que uno de sus hijos no presentaba un buen estado de salud. Al llegar al centro hospitalario, los dos bebés fueron trasladados a unas incubadoras y a Maximina la pasaron a una sala con otras parturientas. «Sobre las ocho de la tarde, una monja entró en la sala y le dijo a mi madre que mi hermano había fallecido», explica Manuel, quien asegura que a sus padres no le dejaron ver el cuerpo de Pedro alegando que «era mejor no quedarse con ese recuerdo». 

Al día siguiente, prosigue Manuel, un sanitario del hospital se limitó a decirle a su padre Florencio que buscara una caja de zapatos. Esa persona le devolvió la caja «envuelta» y juntos se marcharon al cementerio pacense. «Al coger la caja mi padre notó que pesaba, pero no la abrió en ningún momento», lamenta.

La búsqueda

Cuando hace unos años salió a la luz pública el tema del robo masivo de bebés en España, sus padres «empezaron a recordar y a hacerse preguntas porque ya no les cuadraba nada». Esto les llevó a iniciar una búsqueda de documentos que certificaran el fallecimiento de Pedro. «En el Registro Civil solo consta que yo nací en el hospital de Mérida y no hay ningún documento de entrada de un bebé de seis meses en el cementerio de Badajoz en esos días», apunta. Además, añade que en el hospital pacense tampoco consta que su madre permaneciera allí durante más de un mes, porque «tenía que sacarse la leche», ni de que él estuviera dos meses en la incubadora. «Desde el hospital nos dicen que esa documentación no existe, que se ha perdido porque hubo un incendio», sostiene.

«Sé que robaron a mi hermano porque en este tiempo he hablado con muchas otras personas de asociaciones de bebés robados y el modus operandi es siempre el mismo», señala Manuel. «Me encantaría encontrar a mi hermano y saber que está vivo aunque esté con otra familia, además del peso que se quitaría mi madre», afirma.