Cerró sus puertas en 2018 tras dos siglos de actividad y no las volverá a abrir, al menos como mercado tradicional. Dentro de tres años el Mercado de Calatrava será el Museo de la Historia y la Arqueología de Mérida, una colección que reunirá más de 500 piezas «de un valor incalculable» que atestiguan el paso de las distintas civilizaciones a lo largo de los siglos. Desde las joyas de las princesas suevas a monedas y enseres de Isabel II y Fernando VII, pasando por la cruz de Santa Eulalia.

«Mérida tiene mucho más que el mundo romano y visigodo», ha defendido este martes el alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, tras anunciar el lunes el Ministerio de Cultura la puesta en marcha de este museo con los tres millones de euros que llegarán a la ciudad con cargo al programa ‘Impulsa Patrimonio’.  

A finales de año se presentará el «proyecto básico» del museo, que será gestionado por el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida y se incluirá en la visita turística. Ya están los planos y parte de la documentación de las piezas «de un valor incalculable» que tendrá, y que son propiedad del Consorcio. No se modificará la estructura del edificio, que como recuerda Osuna tiene también valor histórico.

La intención es que tanto el proyecto como la obra puedan licitarse a comienzos de 2022, ya que la inversión proviene de los fondos para la recuperación de la Unión Europea y su plazo de ejecución es de tres años. Al respecto, ha explicado que la iniciativa está muy avanzada porque es una alternativa «que siempre estuvo ahí, aparcada desde 2015». Entonces, por la falta de fondos, se optó por rehabilitar el edificio como un mercado gourmet. Tras la quiebra de Larry Smith y una vez quedó desierta la segunda licitación que se hizo para la explotación del mercado a manos privadas, el ayuntamiento planteó la posibilidad de utilizar este espacio como recurso cultural y de ocio. Una propuesta que ahora toma forma de museo.  

Se descarta el uso tradicional

El uso tradicional queda por tanto descartado. «No tiene sentido en el siglo XXI y una ciudad moderna como Mérida», asegura Rodríguez Osuna, que recuerda que como su propio nombre indica, los mercados de abasto se crearon en el siglo XIX para abastecer a la población, una necesidad que hoy está cubierta.  

Rodríguez Osuna descarta también la puesta en marcha de este nuevo proyecto suponga renunciar al Museo Visigodo, que por otra parte «lo que necesita son 40 millones de euros, no una enmienda de un millón», dijo. 

«Sobre mundo romano y visigodo tenemos una colección nacional espectacular y tenemos un Museo Nacional de Arte Romano, pero es que tenemos miles de piezas que no están expuestas y esto que se plantea es un Museo de la Historia de la Ciudad. Por lo tanto habrá pequeñas muestras de esa parte de la historia de la ciudad que no van a competir con ni con el museo romano ni con la colección nacional de arte visigodo», ha explicado el primer edil. 

En ese sentido, recuerda que la ciudad cuenta con una de las colecciones de prehistoria «más importantes» del país y otros restos romanos que no están expuestos, así como vestigios tardoantiguos, medievales andalusíes y cristianos y también piezas modernas y contemporáneas que están ahora en almacenes y que formarían parte de este nuevo museo. El objetivo es que sea un «espacio vivo» y que junto a estas piezas pueda haber exposiciones temporales o espectáculos musicales.