Piensan en la Nasa, no se extrañen un mal día lo tiene cualquiera, que la existencia de seres extraterrestres está a punto de dejar de ser un misterio de cuarto o quinto milenio pues telescopios espaciales gigantes ha detectado un flujo de luz, como un guiño cósmico, entre Júpiter y una bimilenaria ciudad a orillas del Guadiana llamada Mérida. 

Tiembla Vigo para el año próximo. La vida del más allá responde así a la intensa luminosidad que desprende en el firmamento la romana urbe habitada en un sesenta por ciento por emeritenses (el resto son funcionarios de la Junta) y en la Nasa andan estupefactos, tanto que tuvo que acercarse ARO para tranquilizarlos con nuestros brillos que, de momento, solo quieren dar más luz que Don Benito y Villanueva juntos (en lo sucesivo Don Benito y Señora). 

Por si fuera poco seguir la estela Sanchista para hacer una ciudad más verde, digital, feminista (esa cuota que no falte) y cohesionada (esto más parece de Sancho Panza) ahora también será una ciudad “brillante” donde se verá al fin la luz en nuestras calles tras oscuros días de confinamiento. Con el «el mayor espectáculo de luces de Extremadura” vamos a recuperar la esencia de la Navidad y el disfrute antiguo de turrones y zambombas y todo gracias a medio millón de puntos led distribuidos aquí, allá y acullá que traerán como consecuencia el corte de calles ante la gran cantidad de gente transitando por ellas.

Incluso el Parque López de Ayala que lo más bonito que tiene es el nombre pues su estado es deplorable, indigno de llamarse parque, centelleará de manera excepcional para después en 2022 volver a la desidia en que esa zona y el inhóspito solar del Cuartel de los Soldados se encuentran. 

Que quieren que les diga, también estoy deslumbrado ante esta constelación favorable de acontecimientos que me encandilan, yo, que me había hecho a la idea de ver alcaldesa a Carmen Yañez, con todas estas luces vislumbro que ARO se nos va a reenganchar. Brillantemente.