Ajustar el tratamiento a los enfermos crónicos y polimedicados o recetar un antibiótico para curar una herida infectada, insulina y calmantes para el dolor. Son algunas de las nuevas funciones que van a asumir los enfermeros de los centros de salud de Nueva Ciudad y la zona Sur en Mérida y el San José de Almendralejo, los tres del área de salud de Mérida en los que a partir de la próxima semana se va a implantar el programa piloto de prescripción enfermera. 

Se trata de una medida que los profesionales llevan demandando años y que al fin se va a poner en marcha después de que la Junta de Extremadura aprobara en abril del 2021 la transposición de la normativa estatal que lo permite. En Atención Primaria se podrá dar más agilidad a las consultas y en los hospitales no será necesario estar tan pendiente de la firma del médico.

Según explica la consejería, la indicación por parte de los enfermeros de ciertos fármacos sujetos a prescripción médica «permitirá al sistema sanitario ser más eficaz, dar respuestas más ágiles al paciente y fomentar el trabajo interdisciplinar y en equipo». 

Por ejemplo, en la realización de determinadas técnicas habituales como las curas de heridas, quemaduras, etc., la acreditación va a permitir que la atención a estos pacientes sea más eficaz en cuanto a los tiempos y continuidad de los cuidados. En el seguimiento de pacientes con patologías crónicas que necesitan controles periódicos, con varias dolencias y polimedicados, ayudará a prevenir complicaciones.

La normativa estatal y autonómica permite dispensar con total libertad medicamentos no sujetos a prescripción médica. En el caso de los que sí necesitan receta, el objetivo es que se desarrolle la colaboración con el médico para garantizar la continuidad asistencial y la seguridad de cualquier paciente. El programa, que arrancará de forma piloto la próxima semana en Mérida, se extenderá al resto de áreas de salud en febrero.