«Que esta barriada no quede olvidada». Es el mensaje que familias y vecinos de la barriada emeritense de San Juan trasladaron a la Junta de Extremadura en la protesta convocada por CCOO contra el cierre definitivo del colegio Juan XXIII. Es el único centro público de toda la zona y el sindicato ha querido poner el acento en lo que supone su desaparición no solo en lo relativo a la amortización de plazas docentes o el traslado de los alumnos, sino en las respuestas que un barrio «humilde y periférico» como San Juan necesita de la Administración pública. 

«Es injusto que se esté vaciando a los barrios que más necesitan de la educación pública», dice el presidente vecinal de Bellavista

Desde becas de libros o comedor al abordaje del absentismo escolar, que la responsable de la federación de Enseñanza de CCOO, Lourdes Núñez, no cree que vaya a mejorar cuando la alternativa para estos niños es la concertada o dos centros públicos (Antonio Machado y Ciudad de Mérida) a un kilómetro de distancia con trayecto obligatorio en coche. «Lo que estamos haciendo es cerrar centros de zonas periféricas y masificar otros en función de demanda pura y dura. Y eso son criterios economicistas, no son criterios sociales», ha explicado Núñez, que recuerda que los alumnos del Juan XXIII tienen una atención preferente por dificultades de aprendizaje y también socioeconómicas. 

La voz de los padres

Buena cuenta de ello puede dar Marco Antonio Caballero. Está en paro y es padre de cuatro alumnos de 3, 5, 6 y 7 años. «No nos están dando soluciones», asegura este emeritense que critica la falta de explicaciones de la Junta y «que no esté dando la cara ante las familias y a pie de calle». 

Marco Antonio Caballero, en paro y padre de cuatro alumnos del Juan XXIII. EL PERIÓDICO

«Hay gente que no trabajamos lo que nos gustaría para poder darle todo lo que queremos a nuestros hijos, y aquí sí se lo dan. Mis hijos avanzan en aprendizaje, pero también en calidad humana porque el colegio es una familia. Me duele pensar que mis hijos no puedan seguir evolucionando así», reitera.

Emilia Chamorro, directora: «Lo que nos preocupa ahora es que se garantice la igualdad de oportunidades a los alumnos»

A las puertas del centro también salió a mostrar su apoyo la directora del Juan XXIII, Emilia Chamorro, que no ha ocultado la «alegría» por el apoyo que han recibido de las familias pese a lo triste de la situación. «Hemos hecho todo lo que podíamos hacer para que esto no llegara. Creíamos que estábamos dando a estos alumnos una educación de calidad y nuestra preocupación ahora es que se les garantice esa igualdad de oportunidades que la Administración entiende que aquí no se da», dijo. 

Apoyando la protesta estuvo también José María del Álamo, de la asociación de vecinos de Bellavista. «Es injusto que se esté vaciando a las barriadas que más necesitan y precisan del sistema educativo para derivar la educación hacia los concertados» clamó el presidente vecinal, que teme que ocurra lo mismo en el colegio José María de Calatrava, con menos de 60 alumnos. 

Además de CCOO como organización convocante, a la protesta también asistieron representantes del Movimiento por la Educación Pública de Extremadura (Depex), que considera el cierre del Juan XXIII como «el fracaso de las políticas educativas de la Junta», y miembros del grupo parlamentario Unidas por Extremadura.