Avanzan los trámites para la conversión del albergue juvenil El Prado en un centro permanente de acogida de refugiados, aunque no para dar una respuesta inminente a los desplazados por la guerra de Ucrania. La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Mérida ha aprobado este viernes la firma del "memorándum de entendimiento" con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que es el primer paso para negociar el traspaso del inmueble. Según ha avanzado el alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, el centro tendría capacidad para ofrecer unas 300 plazas de asilo, pero en el mejor de los casos no estará listo hasta junio.

"Es un recurso necesario debido al aumento en el tráfico de refugiados y solicitantes de asilo", ha señalado el primer edil, que destaca la importancia de un proyecto de estas características para la ciudad. "Va a haber una instalación fija del Gobierno con mucho personal contratado: médicos, servicio de limpieza, cátering. etcétera. Es importante porque no deja de ser una empresa del Gobierno central en la ciudad, y más en estos momentos de gran necesidad, porque se prevé un importante tráfico de desplazados, no solo de Ucrania, también de otros países", ha dicho.

Rodríguez Osuna asegura que el ministro, José Luis Escrivá, "se quedó enamorado cuando vio las instalaciones" en el marco de su visita a la región la pasada semana, y que su intención es que se pueda poner en marcha lo antes posible: en torno al mes de junio, "pero todo dependerá de las cuestiones burocráticas". La idea, por tanto, es que la cesión del inmueble esté en los próximos meses y que también para esa fecha se hayan puesto en valor las instalaciones. No será necesaria una gran inversión, pero sí "algunas reformas para que sea un sitio digno".

Antiguo centro de acogida

En este sentido, el alcalde ha recordado que estas instalaciones estuvieron funcionando como albergue hasta hace poco y que entre 2018 y 2020 ya funcionó como Centro de Acogida, Emergencia y Derivación (Caed) de migrantes que llegaban a las costas españolas procedentes, principalmente, de países de África Subsahariana como Mali, Guinea Conakry, Costa de Marfil y Ghana.

El ministerio tiene previsto llevar a cabo obras de adecuación y diversas mejoras sobre el recinto, así como la reserva de un espacio para futuras ampliaciones en una finca que cuenta con seis hectáreas de superficie. La capacidad actual del albergue es de 220 plazas, pero aprovechando las estructuras existentes se podría llegar a las 300, porque hay barracones que no están habilitados, almacenes y dependencias que ahora se destinan a otros usos y que se podrían adecuar. "Todo vallado, protegido y en un entorno natural espectacular, que dignificaría mucho más ese centro de ayuda humanitaria", ha destacado Rodríguez Osuna.

Según el alcalde, el proyecto de construcción del centro de acogida de refugiados de Mérida se enmarca en la estrategia del Gobierno en materia de extranjería, inmigración y emigración, que está desarrollando un plan de construcción de nuevos centros de atención humanitaria repartidos por toda España con financiación del Plan de Recuperación de Transformación y Resiliencia de la UE.

Según datos del Gobierno facilitados por el ayuntamiento, las solicitudes de asilo a España se han multiplicado por 20 en los últimos seis años, un incremento que "ha creado una enorme presión sobre el sistema de acogida", pues el Estado está obligado a atender a todos los solicitantes de protección internacional (asilo o cualquiera de las formas de protección subsidiaria) que carezcan de medios económicos para su manutención, durante el periodo que transcurre desde la manifestación del deseo de solicitar asilo hasta la resolución definitiva de su solicitud de protección internacional.

Con el nuevo centro de Mérida se pretende aumentar la capacidad de acogida del sistema, agilizar la respuesta y reacción ante posibles emergencias humanitarias, optimizar los recursos de alojamiento y reducir costes.