Los monumentos de Mérida volvieron a teñirse de azul para la defensa de los derechos de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) o trastorno generalizado del desarrollo, con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. El templo de Diana se convirtió el pasado sábado en el epicentro de la IV Fiesta por el Autismo de la asociación Emeritea que, en colaboración con el ayuntamiento emeritense, preparó un amplio programa de actividades con el que pudieron disfrutar todos los miembros de la familia. Un año más fueron muchos los emeritenses que respondieron a la llamada de este colectivo. Además, la Asociación de Comerciantes Emérita Augusta también colaboró con esta iniciativa decorando los escaparates de las tiendas de la ciudad con elementos de color azul.

La celebración comenzó a las cinco de la tarde con la apertura de la tienda solidaria y el inicio de las distintas actuaciones musicales que pasaron por el escenario, desde Coco Cuenta Cuentos, a una amplia representación de comparsas y chirigotas del Carnaval Romano como La Comparsita, Los Sureños, Las Fanáticas, El Coleccionista de Alegrías, Las Justinas, Los Jarapales, Los Camándulas y Los que Faltaban. El grupo flamenco Al son del cajón fue el encargado de poner el broche de oro a las actuaciones musicales. Ya a partir de las 21.00 horas se celebró el fin de fiesta con sorteos, una suelta de globos y la iluminación especial en color azul del ayuntamiento, la fuente de la plaza de España, el puente romano, la alcazaba árabe y el propio templo de Diana, una actividad que estaba enmarcada en el proyecto mundial ‘Ilumínalo de azul’.

Según informó el propio colectivo a través de una nota de prensa, este año también se puso en marcha una fila 0, a través de Bizum 03218, con la finalidad de las personas que así lo desearan pudieran colaborar con la asociación en la puesta en marcha de un centro especializado de terapias para los niños con TEA. Además de la fiesta en el templo de Diana, Emeritea programó otras actividades durante la mañana, en la sala de conferencias del centro cultural Alcazaba, con la proyección del corto de animación Bulit escucha la Naturaleza, cedido por la Asociación Navarra de Autismo ANA, así como la presentación del cuento Un amigo como tú, escrito por Sandra Casado Zama e ilustrado por Plena Inclusión Montijo.

La asociación Emeritea, formada por familias con personas con TEA pertenecientes a Mérida y su comarca, se puso en marcha en 2017 y unos de sus principales objetivos era conseguir que la ciudad contara con un aula TEA, es decir, un espacio integrado en un centro educativo público que contará con un equipo de profesionales para poder atender las necesidades específicas del alumnado. Cabe recordar que este deseo se hizo realidad al año siguiente con la apertura de un aula TEA con seis plazas en el colegio Dion Casio, la primera de la región, por parte de la Consejería de Educación y Empleo de la Junta de Extremadura. En concreto, este tipo de espacios ofrecen a los alumnos que tienen TEA la posibilidad de relacionarse con otros compañeros sin alteraciones del desarrollo en entornos naturales, favoreciendo su inclusión y normalización.