Más de 400 escolares de 1º a 5º de Primaria de los colegios de Mérida pasarán durante todo el mes de mayo por el yacimiento arqueológico de la Huerta de Otero, junto a la Alcazaba árabe, para ser ‘Arqueólogos por un día’. A través de esta propuesta educativa, en este enclave pueden participar en varios talleres, entre los que destacan los de barroteca sobre cerámica romana, desmontando a Indiana Jones, de la excavación al museo y la topografía aplicada a la arqueología. 

El delegado de Formación, Julio César Fuster, y la directora general de Calidad en el Empleo de la Junta de Extremadura, Ana Jiménez Mostazo, visitaron ayer la Huerta de Otero para conocer el proyecto de Aprendizaje y Servicio en el que participan alumnos y monitores de la Escuela Profesional Barraeca II. El edil informó de que esta iniciativa se destina a la especialidad de Operario especializado en Patrimonio Construcción y Excavaciones Arqueológicas, en el marco del programa La escuela adopta un monumento, del consorcio de la ciudad monumental. 

Sobre este asunto, Fuster destacó que se trata de «una metodología que permite a los alumnos de la escuela profesional aprender otras habilidades», como en este caso, la divulgación del trabajo que se realiza en un yacimiento arqueológico, de tal forma que «cada especialidad está desarrollando su propio proyecto de Aprendizaje y Servicio». En nota de prensa, el edil señaló que a toda esta formación se suma el hecho de que los alumnos de la escuela van a tener una incorporación real a la empresa ya que van a terminar con una propuesta de contrato en empresas de la ciudad». «Ya tenemos compromisos de inserción de un 70% de media de los alumnos», apuntó.

La nueva escuela profesional dual Barraeca II (antiguas escuela taller) cuenta con un presupuesto de 1.023.854,49 euros, con cargo a una subvención de la Consejería de Educación y Empleo. El alumnado participante se distribuye entre las especialidades de operario en fontanería y calefacción-climatización domestica, electricista de edificios e instalaciones y la ya mencionada de operario especializado en construcción, patrimonio y excavaciones arqueológicas.

«La selección de las tres especialidades formativas se ha realizado a partir de puntos fuertes que definen a la ciudad y a las características globales de tendencia en la comunidad del sector de la construcción», subrayó. Por su parte, la directora general apuntó que en la región están funcionando 63 escuelas profesionales con 1.485 alumnos «y en todos los proyectos se ha introducido esta metodología y de una forma muy exitosa».