El colegio público Trajano perderá finalmente una de las dos unidades con que contaba e iniciará el próximo curso en septiembre con solo una clase de tres años. La Consejería de Educación confirma la medida después de hacerse pública, el pasado viernes, la asignación definitiva de plazas para el curso 2022/2023.
Según explican desde el departamento que dirige Esther Gutiérrez, el Trajano es el único colegio de Mérida que verá reducidos sus recursos, pues el resto de centros sí cuentan con alumnos suficientes para mantener todas las unidades que tienen actualmente. El Trajano ha recibido 14 solicitudes para las 50 plazas que ofertaba, por lo que «solo hay alumnos para una unidad (25 plazas)», reconoce la Junta.
Se trata de una situación de la que ya había alertado la comunidad educativa del centro, después de que el Ayuntamiento de Mérida haya procedido a la peatonalización de la calle Félix Valverde Lillo y aledaños. Los padres no pueden llegar en coche al colegio y según la Ampa esto ha causado un gran trastorno a las familias, pues más de la mitad de los alumnos no residen en la zona centro de la ciudad.
Caída de la natalidad
Sin embargo, Educación atribuye la caída de la demanda en este «histórico» colegio a la bajada de la natalidad y «sobre todo», el desplazamiento de la población a otras zonas de la ciudad, como demuestra el aumento de la demanda de plazas en centros de la periferia, entre ellos el colegio Ciudad de Mérida.
Recuerda además que el plazo de solicitud de admisión escolar terminó antes de que se anunciara la peatonalización de la calle y la prohibición de paso y estacionamiento. No obstante, reconoce que sí hay familias con hijos en otros cursos que están solicitando información para hacer un cambio de colegio, y «si se llevan a cabo sí serían achacables a las limitaciones al tráfico que impiden a los padres dejar a los escolares en la puerta».
«La Consejería de Educación y Empleo viene mantenido reuniones con el Ayuntamiento de Mérida y la dirección del colegio en un intento de buscar una solución que satisfaga a las partes y evitar que un colegio histórico de Mérida, como es el Trajano, se vea perjudicado por una regulación del tráfico que es competencia municipal», concluye.
