Pese al incremento de la inflación, los hosteleros de Mérida siguen resistiéndose a incrementar el precio de sus cartas. Así lo asegura el presidente de la Asociación de Bares, Cafeterías y Restaurantes de Mérida (Abacare), Paulino Álvarez, quien sostiene que en el sector «hay mucho miedo a perder cuota de mercado, de ahí que se prefiera aguantar el tirón a subir los precios». «A corto plazo, no se contempla una subida generalizada de lo precios en la hostelería de la ciudad, aunque sí es cierto que hay casos puntuales de establecimientos que están subiendo el precio de algunos productos», reconoce el empresario.
En este sentido se expresa el presidente de la Asociación de Cafeterías, Restaurantes y Hostelería de Mérida (Acareo), Ángel Campos, quien señala que, por lo general, el sector hostelero «está intentando no subir los precios, aunque resulta bastante complejo mantenerlos por la inflación, el combustible, etcétera». Por ello, algunos negocios de la ciudad sí acaban optando por acometer «pequeñas subidas» en el precio de los platos elaborados a base de productos como la carne o el pescado, y también en los desayunos.
«Todos sabemos que cuando la economía no va bien, de lo primero que se quita la gente es del ocio y de estar en la calle, por eso tenemos miedo a retocar las cartas y subir el precio medio del tique, por no perder clientela», recalca Álvarez. En este sentido, apunta que el menú diario en los establecimientos de Mérida se mantiene entre 10 y 14 euros, por lo que se sitúa en un precio «inferior al de Cáceres, Badajoz y Plasencia».
Ante esta situación, desde el sector confían en recibir una bomba de oxigeno gracias a la llegada de turistas a la ciudad para disfrutar del conjunto monumental, además de para asistir a eventos como el Festival Internacional de Teatro Clásico o el Stone&Music. «Este verano se prevé que sea espectacular gracias al festival de teatro y a todo el turismo que está fomentando la Junta de Extremadura y el ayuntamiento», afirma Campos.
