Avanza la obra de la nueva plaza de las Concepcionistas. Tras la retirada del amianto y la demolición de las estructuras interiores, los trabajos se centran ahora en el derribo de las construcciones que ocupan toda la parcela, que comenzarán la próxima semana. Según explica la portavoz municipal y delegada de Urbanismo, Carmen Yáñez, estaba previsto que empezaran ayer, pero surgió «un pequeño problema» con la maquinaria que ha obligado a retrasarlo unos días.
El proyecto del arquitecto José María Sánchez para la nueva plaza contempla el derribo de todas las dependencias que no tienen valor histórico con el fin de liberar el acceso a lo que hoy es el centro del convento.
Esto incluye todos los locales comerciales de la manzana y las viviendas que ocupaban las monjas. La idea es conservar solo la iglesia gótica, el campanario, una pintura de la Virgen de Guadalupe y parte de las portadas en las esquinas con el Rincón de los Poetas y la calle Beatriz de Silva.
Cortes de tráfico
Los trabajos están siendo ejecutados por las empresas Díaz Cubero y Al Senera con un presupuesto de 2,2 millones de euros. Se iniciaron en abril y dado que el plazo de ejecución es de 15 meses, tienen que estar terminados en julio de 2023.
Según explica Yáñez, tras la demolición de algunas edificaciones interiores ahora se acomete el derribo total de las estructuras que conforman el perímetro de la iglesia. Así, toda la plaza de la Constitución ha quedado cortada al tráfico, al igual que el acceso de la calle Almendralejo a Félix Valverde Lillo por el Arco de Trajano. La maquinaria ya está en el solar y debido a su gran tamaño, ha sido necesaria la intervención de la policía local para su traslado.
Desde el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida confirman que el derribo se hará con seguimiento arqueológico y «una vez que finalice se llevarán a cabo las excavaciones» en el solar, casi ‘virgen’ desde el siglo XVI.
