El proyecto de mejora para la carretera que une Mérida y Calamonte por Torremejía incluye la construcción de carril bici, acerados para el paso peatonal, nueva iluminación y rotondas. El proyecto, que cuenta con una inversión de 3,5 millones de euros, se recoge en los presupuestos del Estado para 2023 y se publicará en breve en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha dado a conocer los detalles de este nuevo trazado, cuyo objetivo es mejorar la movilidad y la seguridad vial entre los puntos kilométricos 625 y 626, de la rotonda de Calamonte a las instalaciones comerciales de la empresa Cámara. Según detalla el ministerio, esta carretera pertenece al antiguo acceso a Mérida por el sur del tráfico procedente de Sevilla. Con la entrada en servicio de la autovía A-66 «este tramo ha quedado para un tráfico de tipo local», por lo que con la adecuación se dará más protagonismo al tránsito de peatones y ciclistas y se reducirá la velocidad de los vehículos para integrarlo en el casco urbano.
Nuevas glorietas
Se trata de una carretera bidireccional de dos carriles de 3,5 metros de ancho con arcenes de dos metros, sin bermas, y con accesos directos desde instalaciones industriales a sus márgenes. La actuación proyectada consiste en el acondicionamiento del tramo, con duplicación de calzada de la actual N-630 disponiendo una sección en bulevar, con acerado y vía ciclista en uno de sus márgenes izquierdo.
Asimismo, se acondicionan las intersecciones de los kilómetros 625+400 y 625+974 mediante nuevas glorietas y se reordenan todos los accesos particulares y públicos, haciendo su conexión con la carretera N-630 a través de las futuras glorietas.
El proyecto prevé la reposición de todos los servicios afectados y de la señalización vial, con tamaño adaptado al utilizado en tramos urbanos. Por último, se proyecta la iluminación de todo el tramo, tanto de la calzada principal como de los acerados y carril bici.
