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Todo un parque de atracciones

Cómo hacer que tu casa sea igual que el Teatro Romano de Mérida

Está en la barriada de Montealto y su dueño es Pablo Simón, un policía local jubilado que ha recreado en su fachada las milenarias columnas de la joya patrimonial de la ciudad

Pablo Simón posa para este periódico en la entrada de su famosa casa.

Pablo Simón posa para este periódico en la entrada de su famosa casa. / JORGE ARMESTAR

Alberto Manzano Cortés

Alberto Manzano Cortés

Mérida

Una de las casas más llamativas de Mérida se encuentra en la calle Cristina, en la barriada de Montealto. De dos alturas, es inconfundible porque la parte superior de su fachada está cubierta por las milenarias columnas del Teatro Romano. Si hay una persona que le saca partido a decorar su casa y la disfruta a otro nivel, ese es Pablo Simón. Este policía local jubilado junto a su pareja convirtieron hace siete años el entorno de su hogar en un auténtico «parque de atracciones» para celebrar las Navidades. Una tradición que no ha parado de crecer y en la que han involucrado a todo el vecindario de esta zona de la ciudad.

Construye fachadas como si fueran piezas de Lego.

Construye fachadas como si fueran piezas de Lego. / JORGE ARMESTAR

No vayamos tan rápido. Simón dedicó buena parte de su vida a presidir varias asociaciones vecinales emeritenses, hasta al punto de ser tan célebre como el Arco Trajano de Emérita Augusta. Durante todo ese tiempo tuvo que preparar muchas actividades para los niños y entonces, pues una cosa llevó a la otra y acabó enamorándose de la carpintería y de las manualidades. De todo ello habla mientras los nubarrones se acercan a la ciudad. Abre la puerta del número 15 y tras ella, su museo y su particular taller. «Desde que colgué el uniforme he elaborado cosas para el uso doméstico y cualquier cosa que se me pueda ocurrir. Cuido todo al detalle y me relaja bastante», manifiesta con una amplia sonrisa en la cara.

Simón, policía local jubilado y amante de las manualidades, en su taller.

Simón, policía local jubilado y amante de las manualidades, en su taller. / JORGE ARMESTAR

Pablo construye increíbles decorados de fachadas como si fueran piezas de Lego. «El Teatro Romano lo hice con motivo del Día de Extremadura y también he fabricado la pared principal del ayuntamiento, una noria, el portal de Belén, un tren grande Papa Noel...», dice con ilusión. Él no es un vecino más de Montealto, es el vecino que siempre está disponible cuando el barrio lo necesita. Su enorme generosidad y su compromiso se reflejan cuando echa la vista atrás y se da cuenta en el fiestón de luces en el que se convierte la barriada con la llegada de la Navidad. «Lo mejor de todo esto son los ratos que pasamos entre vecinos y eso nos une más», finaliza Simón, el manitas de los decorados que marca tendencia en Mérida.

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