Hacía prácticamente cincuenta años que los españoles no elegían a sus representantes municipales. Habían pasado años de visicitudes, pero la conocida hoy día como Transición democrática había creado el espacio político y social adecuado para que 450.000 pacenses se levantaran aquella lejana mañana del 3 de abril de 1979 con, al menos, derecho al voto. Podían elegir a los concejales de sus ayuntamientos, los primeros democráticos en décadas. No es difícil imaginar la ilusión, escepticismo y también miedo que albergaba la población ante esa cita con las urnas.

El profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Extremadura, Juan Antonio Doncel, describe el escenario, «el panorama político era muy diferente, en primer lugar, no existía la Comunidad Autónoma de Extremadura, y en segundo lugar, porque eran las primeras elecciones y la gente no tenía hábito de votar, ni de campañas electorales; pero tenían muchas ganas, había la sensación de que elegir a tu alcalde era algo muy democrático, muy cercano».

Sin embargo, si analizamos los datos de aquella votación, las cifras sorprenden y no parece que reflejen una sociedad ansiosa por votar. El censo electoral de 1979 en la provincia de Badajoz era de 450.000 personas; el de 2015, fecha de la última convocatoria y del que tenemos datos oficiales, aún no se ha cerrado el de la próxima cita del 26 de mayo, era de 550.000, 100.000 personas más. Esto se debe a que a finales de la década de los 70 la emigración hizo estragos en la región y, cómo no, también en la provincia pacense. Pero este no es el único dato llamativo, el de la participación sorprende más. Ese 3 de abril votó el 67 por ciento del censo, mientras que en 2015 lo hizo el 72. Aunque estos porcentajes están por encima de la media europea de participación en las elecciones, cabe esperarse más entusiasmo en un electorado que por primera vez en casi cinco décadas tiene una cita electoral. «Votar requiere de mucha organización institucional y quizá en aquella época pudo haber algunos problemas, como la falta de papeletas en algunas mesas o quizá precisamente por la falta de costumbre, por miedo», conjetura Doncel. De lo que está claro es que «las últimas elecciones fueron especiales, uno de los motivos de la abstención es que el ciudadano no sabe a quién votar, si hay más opciones, como ocurrió en 2015, es más fácil que encuentre la suya», lo que explicaría el alto porcentaje de participación en 2015. «Yo creo que este año incluso se superará y llegaremos al 75 por ciento del censo», añade.

Una campaña de colores

Otro de los aspectos que ha cambiado en estas cuatro décadas ha sido la forma de hacer campaña electoral. En 1979, «todo estaba lleno de carteles, con muchos colores», describe este profesor de Derecho Constitucional, «se venía de una época donde los partidos habían estado ilegalizados» y las siglas se remarcaban especialmente. Para ello, se empleaban muchos dibujos, fotografías de profesionales en su trabajo, alegorías, «eran elecciones más ideológicas, hoy son más personalistas».

Aunque tengamos la idea de que en aquella cita electoral concurrieron más partidos de los que hay hoy día, no es así. En 1979, los pacenses pudieron elegir entre ocho papeletas de partidos diferentes, UCD, PSOE, PCE, PSOE Histórico, una escisión del partido socialista, ORT, Coalición democrática, una coalición con Alianza Popular y otros partidos del marco político de la derecha, la Unión Nacional de Blas Piñar, herencia del franquismo, y una agrupación de independientes. Ganó las elecciones la UCD, con el 45 por ciento de los votos en la provincia de Badajoz, además, consiguió la alcaldía a través de Luis Movilla.

En los comicios de 2015, más de treinta partidos concurrieron a las elecciones municipales, «hay más partidos porque se presentan por un único municipio, son agrupaciones de electores, por ejemplo, y recordemos que Podemos no concurrió como tal, sino que en cada localidad se presentó bajo una marca distinta», explica Juan Antonio Doncel. Pero en realidad, si se agrupan, forman cinco grandes siglas, PSOE, que ganó las elecciones en la provincia de Badajoz en 2015 con el 43 por ciento de los votos, PP, IU, Ciudadanos y Podemos en sus diferentes siglas municiapales.

Cosas que no cambian

Un dato llamativo es que la ley que rigió aquellas elecciones, la 39/78 de Elecciones Locales, es anterior a la entrada en vigor de la Constitución Española de 1978. Fue la única vez que se aplicó, ya que en la siguiente cita electoral de 1983 se empleó la Ley Orgánica de Régimen Electoral General, que desde entonces establece las bases de todas las convocatorias, excepto las autonómicas. «Sin embargo, esta mantuvo muchos aspectos de la primera», explica Doncel, «como el sistema proporcional y la regla de que los ciudadanos eligen a los concejales y no directamente a los alcaldes».

Este misma ley ordenará los comicios del próximo 26 de mayo, las undécimas elecciones municipales en cuarenta años.