Es su segunda vez en política, pero vuelve con la misma ilusión que el primer día. Antonio Díaz Alías es alcalde de Miajadas, capital Europea del Tomate, e importante polo agroindustrial de la provincia de Cáceres. Una de sus preocupaciones es que la digitalización no se convierta en un obstáculo para los ciudadanos.

¿Tras cuatro décadas de ayuntamientos democráticos queda mucho por hacer para mejorar la atención al ciudadano?

Sí se han hecho muchas cosas, pero también quedan muchas por hacer. Por ejemplo, se ha informatizado y digitalizado todo. Desde que pasó la pandemia la mayoría de los trámites se hacen online y en los pueblos todavía hay muchas personas que no dominan estos temas. En la Administración general y local todo se está preparando para que los ciudadanos puedan acceder a ellas a través de sus móviles y ordenadores. Pero no todo el mundo está preparado y ahí los ayuntamientos tenemos un papel importante para que el ciudadano tenga un lugar donde acudir si tiene algún problema. Los ayuntamientos para mejorar la atención al ciudadano nos vamos a tener que multiplicar y hacer cosas que antiguamente no hacíamos.

¿La financiación es uno de los puntos débiles del municipalismo?

Siempre se ha negociado lo que era la financiación autonómica y estatal, dejando en un segundo plano a los ayuntamientos, siempre con la dificultad añadida de que tenemos asumidas muchas competencias impropias y que no están financiadas. Al final cuando un ciudadano tiene un problema no mira si es competencia del Estado, de la Junta de Extremadura o del ayuntamiento… Va al alcalde y le cuenta el problema. En muchas ocasiones tenemos que ocuparnos de cosas pequeñas que no son nuestra competencia. A final se traduce en que tenemos una financiación muy limitada. Tenemos muy poco dinero para todo lo que nos piden los ciudadanos.

Ya fue alcalde de Miajadas entre los años 2003 al 2011 ¿Cómo ha sido volver a la primera línea política?

Hubo un paréntesis de una legislatura porque así lo quisieron los ciudadanos de Miajadas, que en unas elecciones le dieron una oportunidad a otro grupo político. Durante cuatro años estuve en la oposición. Ser elegido alcalde de nuevo fue una gran satisfacción tras cuatro años en los que la gente conoció otras formas de gobernar. Lo cierto es que los vecinos se acordaron de la forma de hacer política del 2003 al 2011. El cambio más importante que he visto en estos años es que la burocracia ha ganado terreno. En mi primera etapa como alcalde tenía más capacidad de decisión y de acometer problemas más directamente. Ahora todo está mucho más burocratizado y para cualquier cosa se tarda mucho más. Muchas veces es difícil solucionar los problemas a los vecinos.

Durante la pandemia los alcaldes fueron junto con los sanitarios el primer contacto del ciudadano en esa situación crítica ¿cree que ese trabajo se ha reconocido o ya se ha olvidado?

Se reconoció y se valoró en aquel momento. La gente, desgraciadamente, ya se ha olvidado. Parece hasta que hayan olvidado que existió la pandemia. Fueron momentos muy complicados y decíamos que queríamos hacer una sociedad mejor. Yo lo dudo. Incluso creo que nos hemos vuelto más individualistas. Todo el trabajo de los voluntarios se ha olvidado.

Miajadas es una población con un importante polo industrial ¿Va parejo el desarrollo municipal con el desarrollo empresarial?

Sí. Nos llegan proyectos nuevos y tenemos ser ágiles para que Miajadas siga siendo un polo de desarrollo industrial. Hay que ser rápidos a la hora de dar licencias y actividad urbanística. El desarrollo industrial va paralelo al desarrollo del ayuntamiento.

La juventud es uno de los pilares de su gestión ¿Cómo hacemos para que no protagonicen el éxodo rural?

Esa es la pregunta del millón. Si antes en los pueblos estudiaba apenas el 2 por ciento de los jóvenes, ahora las tornas han cambiado y es muy alto el porcentaje de jóvenes que estudia una carrera universitaria. Los pueblos de la Extremadura rural no tienen capacidad para absorber tantísimo puesto de trabajo. Los jóvenes estudian carreras universitarias y quieren ejercerlas. Otro problema para la juventud es la vivienda. Ya no hay políticas de viviendas de protección pública. Hasta el 2011 en Miajadas se hicieron bastantes promociones de este tipo y mucha gente joven se quedó en el municipio. Solo nos queda que el desarrollo industrial sea el máximo posible y que una parte de la población decida quedarse aquí. Por eso en Miajadas se está preparando la mayor planta de procesado de almendras de Europa. Vivienda y trabajo cualificado son las claves.

¿Cuáles son los principales proyectos de esta legislatura?

Consolidar todo el trabajo anterior. Estamos preparando infraestructuras culturales. También vamos a mejorar el mercado de abastos mezclando la visión tradicional con las nuevas tecnologías. Igualmente, mejoraremos las instalaciones deportivas para dar soporte a los jóvenes. Hay que seguir apostando por Miajadas, por su agroindustria, que se está modernizando y su comercio.