El Renault Mégane E-Tech es el primer eléctrico de nueva generación de la marca y el ejemplo perfecto de lo que quiere la compañía con su plan ‘Renaulution’, que busca recolocarla en un escalón superior del mercado con vehículos que se centran en crear más valor por cada unidad, olvidándose del volumen. 

Pese a llamarse Mégane, este coche poco tiene que ver con su homólogo compacto. De hecho, es un SUV, basado sobre la plataforma CMF-EV de la Alianza Renault-Nissan, que le permite disponer de dos opciones de motor, otras dos de batería y de potencia de carga. Mide 4,21 metros de largo, 1,78 de ancho y 1,50 de alto, colocándose en el segmento de los todocaminos de tamaño medio. No obstante, promete una habitabilidad superior gracias a sus 2,68 metros de distancia entre ejes y por la ausencia de elementos como el túnel de transmisión, que liberan espacio para el habitáculo. Su maletero ofrece 389 litros de capacidad en todas las versiones.

Nuevo lenguaje estético

Estéticamente también supone un nuevo comienzo para la marca, presentando un lenguaje de diseño renovado, aunque reconocible, que ya ha servido de base para el nuevo SUV AustralAustral, recién presentado. En ese sentido, el Mégane E-Tech se presenta como un vehículo muy fluido en sus líneas, que conforman una silueta dinámica y aerodinámica a partir de un frontal en el que destacan sus grupos ópticos LED, que forman una firma lumínica nueva pero reconocible. En la zaga sus faros quedan unidos por una franja iluminada con el nuevo logotipo de la marca en el centro. Las llantas de 20 pulgadas redondean el conjunto. El crossover francés está disponible en seis colores, con opción de techo bitono.

En el interior, el salto tecnológico respecto al resto de la gama es importante, con un nuevo ecosistema digital basado en la pantalla OpenR, en forma de L invertida y que sirve para el cuadro de instrumentos, de 12,3 pulgadas, y para la gestión del sistema de infoentretenimiento OpenR Link con los servicios de Google integrados para una conectividad avanzada, de 12 pulgadas. No reniega de varios controles físicos para el sistema de climatización para facilitar ciertas funciones. En cuanto a la selección de materiales, la gran novedad es el Nuo, un material hecho con madera auténtica reservado para el acabado superior de la gama, el iconic. No faltan el cuero, el textil y las costuras de contraste que aportan elegancia.

Dos opciones de potencia y batería

Mecánicamente  se ofrece con un motor eléctrico de 130 CV, alimentado por una batería de 40 kWh de capacidad o con otro propulsor de 218 CV y una batería de 60 kWh de capacidad. Con la carga al máximo, su batería entrega hasta 300 y 470 kilómetros de autonomía, respectivamente. También deberá elegir el comprador la potencia de carga, con hasta cuatro opciones: standard, boost, super y optimum, que varían desde los 7 kW de potencia de la standard, con lo que eleva el tiempo de carga de la batería más pequeña casi hasta las seis horas, hasta los 130 kW en corriente continua de la optimum, cargando la batería grande en apenas 45 minutos.

En cuanto a la tecnología de seguridad activa, cuenta con los sistemas más habituales, como la frenada de emergencia o la llamada de emergencia, además de con el Active Driver Assist, un sistema de conducción semiautónoma de nivel dos que combina el control de crucero adaptativo y el centrado de carril.

El Mégane E-Tech está disponible en España desde 35.200 euros del acabado equilibre con el motor menos potente y la batería más pequeña. La firma francesa ofrece una oferta de lanzamiento para este modelo de acceso de 344 euros al mes, con cinco años de garantía, mantenimiento y asistencia con un límite de 80.000 kilómetros.