No bastó con los borbotones de denodado entusiasmo de un templo en ebullición. Tampoco con la bravura encomiable de una selección ya por siempre icónica, cultura 'pop' del fútbol universal, esta Marruecos del Mundial de Qatar, que en todo momento tuvo claro que Francia se lo podía arrebatar todo salvo el orgullo. Y así fue, pero qué orgullo exhibió, nunca hincando la rodilla, siempre rebelde hasta que el instante en que el desenlace fue ya inevitable. La selección de Deschamps pugnará con Argentina por revalidar su título de campeona del mundo y Marruecos permanecerá en el arcano de este deporte durante décadas. Ambas ganaron este miércoles en Al Bayt, aunque a corto plazo solo Francia sea capaz de sentirlo.

La final de Lusail arrojará el domingo (16.00 horas) un inédito duelo de bicampeonas, de Francia contra Argentina, de Mbappé contra Messi, de mañana contra ayer para determinar quién manda hoy. La vigente campeona alcanza la última estación con la receta de todo el campeonato, ganando todos sus encuentros sin aparentar suficiencia en ninguno. Frente a una Argentina a ratos ciclotímica, la fiable regularidad gala. Y el mérito de Marruecos (que peleará el sábado, 16.00 horas con Croacia por acabar tercera en la semifinal) radicó principalmente en eso, en ser capaz de discutir la mejor virtud de un rival, libra por libra, a todas luces superior.

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Mundial de Qatar | Francia - Marruecos, en imágenes

Los compases de 'La Marsellesa' estuvieron acompañados de algunos pitos, minoritarios en todo caso, preludio del sonoro festival marroquí durante su propio himno y en todo el partido. Supuraba sangre el estadio Al Bayt, rojas sus gradas repletas de corazones en continua sístole, rojas como los telares árabes que adornan los techos de los graderíos en el templo de Jor. Una extensa franja del planeta, siempre menospreciada por el fútbol y, en general, por un Occidente que la mira por encima del hombro, representada en esta Marruecos que ya había zarandeado de una de sus antiguas metrópolis y buscaba hacer lo mismo con la otra.

Francia - Marruecos | El posible penalti no pitado a Boufal

Francia - Marruecos | El posible penalti no pitado a Boufal MEDIAPRO

Capital Griezmann

Pero Francia no es España, no desde luego en este Mundial. Donde una susurraba con dulzura, la otra muerde con obstinación. Solo necesitaron los jugadores de Deschamps cinco minutos y un despiste mínimo para descorchar su frenesí rumbo a su cita final con Argentina. El Yamiq, un central por el que el Valladolid pagó 250.000 euros, perdió la atención ante Griezmann, un delantero convertido en el mejor centrocampista del Mundial por el que Barça pagó 135 millones de euros, y todo se precipitó.

Giroud acabó recogiendo la pelota, pero su disparo viró de trayectoria al golpear en un defensor marroquí. Sintió Theo Hernández entonces la presencia de la pelota cerca de él y resolvió la incertidumbre con una tijera que clavó directamente en el pecho de Marruecos. Era la primera vez en todo el Mundial que recibía un gol de su rival, pues el único encajado hasta entonces, frente a Canadá se lo marcó el hoy lesionado Aguerd en propia puerta.

Francia - Marruecos | El gol de Theo Hernández

Francia - Marruecos | El gol de Theo Hernández MEDIAPRO

Respondió bien y rápido la selección de Regragui con un disparo lejano de Ounahi repelido por Lloris, pero pronto entró en crisis, maniatada por la superior robustez de una Francia que desaprovechó la oportunidad de clavarle el estoque a su rival. Giroud lo empuñó en dos ocasiones: en la primera astilló el palo y en la segunda, tras un intento previo de Mbappé, no atinó con el objetivo.

Marruecos se rebela

Se acabó recomponiendo Marruecos cuando el primer tiempo ya expiraba, tras aprovechar Regragui la lesión de su capitán Saiss para romper la línea de cinco defensas con la que había decidido desafiar al campeón. Amenazó a través del balón parado en la aproximación al descanso, dejando como mayor hito una plástica chilena que El Yamiq estampó en el poste.

Francia - Marruecos | La chilena de Al Yamiq

Francia - Marruecos | La chilena de Al Yamiq MEDIAPRO

Empoderada, Marruecos tocó a rebato tras el intermedio, subiendo la fiebre a una Francia a la que de repente se le dispararon las pulsaciones. La taquicardia la frenó Konaté, salvando un aguijonazo letal de necesidad de En-Nesyri en el área pequeña. Fue encomiable observar a la selección africana proponiendo un cuerpo a cuerpo a Francia, achicada en muchos momentos.

Pero, llegado el momento, a 11 minutos del final, la utopía se desvaneció. Y suele ocurrió como lo hizo, de manera cruel, fruto de un infortunio. Un disparo de Mbappé que no iba a ningún lado rebotó en el pie de Abde y el balón le cayó franco a Kolo Muani, que embocó a placer en el que seguramente era su primer contacto con la pelota en todo el encuentro.

Francia - Marruecos | El gol de Kolo Muani

Francia - Marruecos | El gol de Kolo Muani MEDIAPRO

Sabiéndose muerta, Marruecos buscó sin desaliento su última brizna de vida. Un gol, y lo rozó con sus desgastadas yemas en una jugada de carambolas en el descuento, hubiera ejercido de justa condecoración. No llegó y Francia jugará la final contra Argentina, pero la hinchada marroquí aplaudió a rabiar al final del partido. Qué descomunal victoria la suya.