El último Mundial del siglo XX fue ‘bleu’. Francia, organizadora de una Copa del Mundo por segunda vez en su historia, alzó su primer título con una convocatoria global. Solo 8 de los 22 convocados por Aimé Jacquet eran hijos de padre y madre galos de nacimiento. El seleccionador fue criticado a diestro y siniestro, pero llevó al anfitrión a la victoria final, algo que no sucedía desde Argentina 1978. Y una vez logrado el objetivo, dimitió.

La cita francesa fue la primera con 32 selecciones participantes. La última será la de este año en Qatar, ya que en el Mundial de 2026 en Canadá, EE.UU. y México participarán 48. Entre los 32 de salida, prácticamente todos los grandes. Entre ellos, el entonces ‘tetracampeao’ Brasil, que buscaba su cuarta corona, pero que se dobló la rodilla en el último partido de la competición, con un incontestable 3-0. Todo ello, en medio de un ambiente enrarecido desde el inicio, después de que el seleccionador, Mario Lobo Zagallo, decidiera excluir a Romario de la lista de 22 por su rebeldía.

Al margen de las convocatorias, hubo dos novedades más en esta edición. Por un lado, el anuncio del tiempo añadido de los partidos al cumplirse el reglamentario. Por otro, la implantación del gol de oro en las prórrogas, que significaba que en el momento en que un equipo marcase en el tiempo extra, el partido acababa. Solo lo aprovechó Francia en octavos de final. Un gol de Laurent Blanc en el minuto 113 del Francia-Paraguay en Lens supuso la clasificación inmediata de los de Jacquet.

El casi infalible Fabien Barthez en la portería; Lizarazu y Thuram como laterales y Desailly y Blanc en el centro de la defensa; Petit, Deschamps, Zidane y Karembeu en la zona ancha y Guivarch y Djorkaeff como referencias ofensivas componían el once de referencia de Francia en aquel campeonato, con recambios de la talla de Henry, Trezeguet, Vieira, Dugarry… un equipazo con el que Aimé Jacquet llevó a los ‘bleus’ al primer título mundial de su historia.

Suker y Vieri, cañoneros de repesca

Croacia acabó en la tercera plaza tras superar a Países Bajos por 2-1 en el partido de consolación. Aquel día, Davor Suker anotó su sexto gol y se proclamó máximo goleador del torneo con un tanto más que el argentino Batistuta y que el italiano Christian Vieri, a quien muchos consideraban el heredero de Paolo Rossi.

Curiosamente, Croacia e Italia sufrieron para jugar la fase final de Francia 1998, ya que ambas escuadras quedaron segundas en la fase de clasificación y tuvieron que lograr el pasaporte en la repesca, contra Ucrania y Rusia, respectivamente.

Nigeria y Rumanía, sorpresas efímeras

La selección de Nigeria dio la campanada en el grupo D, acabando primera por delante de Paraguay y las eliminadas España y Bulgaria.

Las ‘Águilas verdes’, con Finidi, Oliseh, Babangida y compañía, se sintieron revelación hasta que toparon con la Dinamarca de los Laudrup en octavos y cayeron en Saint Denis por 4-1.