El proyecto del magnate qatarí Al Khelaifi no carbura. Desde que aterrizó en París en el año 2011, el dueño del PSG ha tenido entre ceja y ceja como objetivo situar entre los grandes del mapa futbolístico europeo al equipo parisino y conseguir la ansiada Champions. Para ello, la fórmula que ha llevado a cabo ha sido sencilla: invertir unas cantidades bárbaras de millones y traer a los mejores jugadores del mundo.

El dueño del equipo francés empezó su primer año de mandato con 107,1 millones de euros gastados en fichajes como Pastore, para después no superar la fase de grupos de la Europa League. Al segundo año logró disputar la máxima competición europea de clubs, y para ello se gastó casi 150 millones en reforzar el equipo. Ibrahimovic, Thiago Silva, Lucas Moura o Lavezzi fueron los elegidos para después caer en cuartos frente al Barcelona.

Para las siguientes dos temporadas (2013-2014 y 2014-2015) la misma tónica. Millones de euros invertidos para no llegar a semifinales. Fueron eliminados por el Chelsea y el Barça. El PSG se empezaba a comparar con el Chelsea de Abramovich, al que le costó tiempo y cientos de millones poder tener entre sus vitrinas la 'orejona'.

Nueva inversión y palo ‘Real’

Después de la eliminatoria perdida frente al conjunto azulgrana la pasada temporada con la famosa remontada (6-1), Al Khelaifi se obsesionó aún más con ganar la Champions. Pegó un golpe encima de la mesa, con más de 400 millones gastados en los fichajes de Neymar y Mbappé, entre otros; y expuso como objetivo real lograr la Copa de Europa. Pero ni con esas el PSG ha conseguido doblegar al Madrid en esta edición, ni en la ida ni en la vuelta.

Tras 1.115 millones gastados en siete años, y ante la críticas que recibió el líder la Ligue 1 por caer eliminado, el dueño parisino salió a la zona de prensa y se puso ante las cámaras para mandar varios mensajes. “No es el momento de hacer cambios, ganar la Champions es un proceso lento. Tenemos que ver cómo reforzar el equipo", manifestó abatido el dueño del equipo francés.