Hace ya más de un cuarto de siglo que apareció su actual pareja, electricista en la compañía de Lina Morgan. Su unión es la de la vedette y el obrero, vedette 22 años mayor que él. Pero para ella el amor está por encima de todo y no tiene edad.

Su honestidad está a prueba de bomba. De hecho, en cierta ocasión le regalaron un abrigo de zorro y lo devolvió en una época en la que sólo tenía una gabardina. Su posición ante las relaciones humanas queda patente en su frase: "Me he enamorado de pobres, pero me he enamorado".

Florinda desea seguir hasta el fin de sus días manteniendo la dignidad artística y personal que la ha caracterizado a lo largo de toda su vida. Quiere vivir con intensidad como corresponde a una mujer vitalista. Asegura que la recta final de la vida la desea pasar rodeada de sus familiares, hijas, nietos y en su casa.