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egar a los 95 años es formar parte

de la historia, hacerlo con buena salud es contribuir al desarrollo de los acontecimientos; cuando es un medio de comunicación quien los cumple, es ser testigo directo de los hechos que han cambiado nuestro destino. El Periódico Extremadura ha contado el desarrollo de una región cambiante, en un país cuyo destino estaba por definir y que El Periódico Extremadura quiso narrar paso a paso. Quiso la historia que 28 días después del nacimiento del Extremadura se celebraran elecciones en España, y que fuera este mismo año el inicio de la dictadura de Primo de Rivera. Contra viento y marea, el Extremadura vive dos dictaduras, una república, una guerra civil y una durísima posguerra; vive también el nacimiento de lo que es ya una democracia madura, en este proceso el estatuto de autonomía, el nacimiento de nuevos partidos políticos, una Extremadura que lucha y reivindica… 95 años son sin duda mucha historia.

En 1923, Einstein visitaba España,

Manuel de Falla estrenaba la cantata «El Retablo de Maese Pedro», fallecía Joaquín Sorolla, Walt Disney fundaba con su hermano Disney Bros, en el mes de marzo en Estados Unidos nace The Time; y el día 1 de abril de 1923, día de San Venancio y san Hugo, en pleno corazón de la ciudad monumental de Cáceres, nacía el periódico de la ciudad, con una vocación regional que más tarde desarrolló. Estoy convencido de que ninguno de sus creadores pensaron que esas cuatro páginas crecerían y se convertirían en pieza fundamental para entender esta región, que sus artículos decidirían los comentarios de las tertulias, que los hechos se convertirían en actualidad a través de sus líneas. Por entonces en la Capital del Jerte, una ciudad siempre reivindicativa y con gran número de cabeceras, que en la mayoría de las ocasiones no conseguían superar los avatares del tiempo, los intelectuales del momento escribían en La Crónica, semanario Placentino, el Liberal extremeño, cabeceras, algunas de corte doctrinario y otras narraciones de acontecimientos. En aquel momento no tardó mucho en llegar El periódico de Cáceres, que comenzó a crecer para convertirse en el periódico de los extremeños, primero corresponsales, después redacciones completas en las principales ciudades. La redacción del Extremadura en Plasencia se mantuvo durante décadas en la Plaza Mayor, el foro de los acontecimientos, compartiendo protagonismo y tertulias con otros medios de comunicación. En mi memoria reciente, en los años en los que empezaba a ofrecer ruedas de prensa, en los que tímidamente me ponía ante las grabadoras y los micrófonos, recuerdo a Isabel Bravo y a Merche Rodríguez Rey, periodistas que representaban al Extremadura y, en su alma reivindicativa, llevaban un pedazo de nuestra historia negro sobre blanco. Por la senda continúan Raquel Rodríguez y Tony Gudiel, como testigos gráficos de cómo cambia nuestra ciudad y también de cómo cambiamos nosotros.

Plasencia fue sede de la rotativa del Extremadura, uno de los momentos en los que la relación entre el periódico y la ciudad se estrechó de manera especial. En el año 2003, se inauguraba, con la presencia del Presidente Ibarra, la que titulaban como «la rotativa más moderna del Oeste español», un grito de esperanza para esta ciudad, ansiosa de empresas que la convirtieran en nudo de comunicaciones. Pero eran «malos tiempos para la lírica» y la crisis general, unida a la crisis de la prensa escrita, terminó en 2012 con este sueño conjunto. El Periódico Extremadura sigue adelante, adaptándose a los nuevos tiempos, a las nuevas necesidades, su cabecera digital se cuela en los hogares del mundo, llega la Crónica, un formato de prensa local que consigue fidelizar a los lectores, el arte, la cultura, la política; el Extremadura no es sólo actualidad, es también la promoción de una región de la que desvela sus encantos.

Quiero aprovechar estas últimas líneas para agradecer el esfuerzo de todas las personas que han formado parte activa de estos 95 años de historia, los que están y los que han estado, incluso a los que están por venir. Un GRACIAS eterno, por poner voz a quien en ocasiones no la tiene, ofrecer información y buscar la verdad, luchar por que cada día el Periódico esté en los quioscos y en los hogares de una Extremadura que ha crecido con el compromiso riguroso de un medio de comunicación dispuesto a llegar donde está la noticia. k