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uiero felicitar de todo corazón al Periódico Extremadura por sus 95 años de vida, casi un siglo de existencia que ha servido para que muchos extremeños hayamos conocido mucho mejor nuestra realidad y, sobre todo, nuestras señas de identidad. Si algo caracteriza al ‘Extremadura’ es su estrecha vinculación con su tierra y con los extremeños, como deja bien clara su cabecera: «Extremadura».

Sacar adelante un periódico durante 95 años no puede ser fruto más que de la tenacidad y el compromiso de sus responsables y todos los trabajadores que durante décadas, con su esfuerzo, han pasado por su redacción.

Repasar la historia de este rotativo es el mejor espejo para comprobar la evolución de la sociedad extremeña y este diario ha sabido adaptarse en cada momento a la realidad de su época y de sus lectores.

Si tuviera que destacar un momento de su historia mencionaría la década de los ochenta, cuando este periódico apostó decididamente por un proyecto regional, con una edición única, que nos permitió desde entonces a sus lectores conocer qué estaba pasando en toda la geografía extremeña.

Desde entonces, los pacenses empezamos a saber más de los cacereños, los placentinos de los emeritenses, los moralos de los almendralejenses o los de las Vegas del Guadiana de los del Valle del Jerte. Aquello se produjo en un instante transcendental para Extremadura porque coincidió con la puesta en marcha de la autonomía y el rotativo se sumó a la sociedad haciendo región, un proyecto que nos unió y nos sigue uniendo a todos cada mañana.

Los que en las últimas décadas hemos dedicado parte de nuestras vidas a la sociedad extremeña somos conscientes de lo importante que era impulsar la identidad colectiva, la consciencia de que compartíamos un proyecto común, unos problemas similares y de que las soluciones dependían en buena parte de nosotros mismos.

Fue el momento de superar obsoletos enfrentamientos localistas que nos anclaban a un pasado que debíamos superar. En este camino el Periódico Extremadura actuó como un elemento de engarce y de potenciación de la conciencia regional, y fue además, un elemento surgido de la propia sociedad; no de las instituciones, sino de los ciudadanos, que entendieron perfectamente que Extremadura era cosa de todos.

Perseverancia es también una de las características de los extremeños y los responsables del Periódico han demostrado en numerosas ocasiones que esa ha sido una de sus principales virtudes. Todos conocemos las dificultades por las que ha pasado el Extremadura, pero el esfuerzo de todos ha permitido que este medio de comunicación siga llegando a los quioscos cada mañana.

En los albores del nuevo siglo, el Periódico Extremadura da un nuevo salto para adaptarse a la realidad en la que se encuentra con dos decisiones estratégicas: aparece la edición digital y nacen las primeras «Crónicas» en una apuesta decidida por profundizar en lo local desde lo global.

La edición digital abre la información a todo el mundo, especialmente a esos extremeños que han tenido que dejar su tierra y que desde ese momento pueden acceder a las noticias de su región y de su pueblo. Porque ese es otro de los valores del Extremadura, darle importancia a lo local, no sólo con la puesta en marcha de las «Crónicas», sino prestando a la información local la atención que se merece, la más cercana al ciudadano, demostrando con esta apuesta que defender lo más próximo no impide, sino que impulsa, valorar lo que nos une.

Repasar la trayectoria de un medio

de comunicación nos permite descubrir actuaciones que, con el paso del tiempo, se pueden valorar como realmente merecen, aunque en sus inicios pasen desapercibidas.

La apuesta que ha realizado el Extremadura a lo largo de las últimas décadas por el sector empresarial extremeño ha sido admirable, en especial el mostrado por el sector agroindustrial, por los proyectos novedosos de los empresarios y por aquellos sectores económicos pujantes en la región. Los premios Empresario del Año, los nuevos galardones a los profesionales del turismo y el sinfín de especiales monográficos nos han permitido conocer de primera mano el pulso de las pymes extremeñas, verdadero barómetro del crecimiento económico.

Pero por encima de todo, El Periódico Extremadura ha supuesto una ventana a la información y a la libertad de expresión. Todo aquel que ha querido expresar sus ideas, sus opiniones, sus críticas o simplemente el querer aportar algo a la región ha tenido siempre a su disposición las páginas de este diario. Como extremeña tengo que alegrarme de contar con un medio de comunicación como éste.

No quisiera terminar estás líneas de felicitación a toda la familia de El Periódico Extremadura por su 95 aniversario sin destacar que no es posible mantener una trayectoria tan larga y tan intensa sin las personas que la han hecho posible; desde los directores hasta los repartidores, desde cada redactor hasta el linotipista, desde los fotógrafos a los técnicos, desde los administrativos a los comerciales, pero sobre todo y por encima de todo, el Extremadura es, y ha sido siempre, lo que son sus lectores. Enhorabuena y ahora a pensar ya en seguir evolucionando para sobrepasar el siglo de existencia. ¡Muchas gracias y enhorabuena! k