Los dueños de los perros rebeldes ya no tienen por qué preocuparse, porque en septiembre se abrirá en las afueras de Mérida un club de adiestramiento canino. Su responsable, Luis Casablanca, es todo un experto en la materia, ya que lleva treinta años dedicado a estos menesteres y ha adiestrado a 1.500 canes.

Lo que pretende conseguir con esta iniciativa es crear una escuela de adiestramiento con varias modalidades distintas que aquí en Extremadura todavía no se trabajan. La modalidad que empleará es el adiestramiento en grupos de trabajo, "donde la participación del dueño es mucho más elevada". "El dueño va a ser el que va a educar a su perro, con nuestras enseñanzas", dice Luis convencido.

Los cursos de adiestramiento se inician con clases de obediencia, que es lo fundamental para que el perro coja contacto con el dueño. A partir de ahí se sigue avanzando en otras líneas aunque depende de la capacidad tanto del dueño como del perro.

En la escuela de adiestramiento de Casablanca, además del entrenamiento por grupos existe otra modalidad de trabajo, la de los perros internos. "Nosotros lo adiestramos en todo el proceso y al final hay una fase de acoplamiento para el dueño con su perro", detalla el adiestrador.

El principal problema de estos cursos es que la gente empieza con ganas pero tras unas sesiones el dueño cree que es suficiente. Por eso, avisa que "la actitud del dueño es muy importante, el mayor problema que tenemos es educar a los dueños, hay veces que el dueño es más difícil que el perro".

El club de adiestramiento se abrirá en septiembre pero Luis Casablanca también quiere crear una residencia canina para que la gente deje allí sus perros en vacaciones. La residencia, que se prevé estará abierta para Navidades, estará situada en la carretera de Alange, al igual que el club de adiestramiento.

En cuanto a los resultados, Casablanca afirma que serán muy efectivos porque "en seis meses está conseguido el adiestramiento". Así, el cliente paga un curso completo de unas 45-50 sesiones por 600 euros.

Una duda habitual a la hora de abordar este tipo de trabajos es la razón por la que los perros son adiestrados en idiomas como el alemán o el inglés. La causa es sencilla: "Los vocablos son más cortos y más enérgicos y traducen más al perro. Pero lo fundamental es que se deben utilizar palabras cortas".