Una semana después de que se hiciese pública la retirada de dos crucifijos de las aulas y zonas comunes del colegio público Ortega y Gasset, ayer unas 1.500 personas, según la policía, se concentraron en la plaza de España, para reivindicar que los cuelgen otra vez.

Fue la Delegación Provincial de Educación en Badajoz la que instó al centro a retirar estos símbolos religiosos tras las peticiones y recursos judiciales presentados por los padres de dos alumnos del colegio, y les garantizó que a principio de curso ya no estarían. Esta retirada provocó que la gran mayoría de los padres de alumnos de este colegio convocasen esta protesta, para reclamar, animados en parte por la gran repercusión mediática y social que ha tenido esta acción, que estos símbolos del cristianismo vuelvan a las aulas.

La Asociación de Madres y Padres (Ampa) del Ortega y Gasset acordó, según sus portavoces, "por unanimidad", llevar a cabo una serie de acciones para que vuelvan a colocarlos. La primera tuvo lugar anoche en una abarrotada plaza de España, junto al crucifijo de Juan de Avalos en el exterior de la parroquia de la Purificación. Minutos antes de las ocho de la tarde padres de alumnos y niños repartían entre los manifestantes que iban llegando cruces de papel para colocarlas en las solapas y, además, se entregaban camisetas con una cruz dibujada. También hubo manifestantes que quisieron llevarse sus crucifijos o rosarios, además de pancartas con frases de apoyo a estos símbolos.

APOYO A LA ORGANIZACION Entre los manifestantes se encontraban padres del Ortega y Gasset, la Ampa del colegio concertado Santo Angel, miembros del PP, representes de hermandades locales y cientos de ciudadanos que quisieron apoyar a la Ampa.

El acto lo empezó la presidenta de la Ampa, Lola Galán, dando gracias por "el enorme apoyo" que han recibido. Seguidamente varios niños soltaron palomas "como símbolo de la paz y la libertad" y el portavoz de la Ampa, Paco Lamoneda, leyó el manifiesto en el que se reivindica la colocación de los crucifijos y se defienden los símbolos cristianos. Según dijo, la retirada de los crucifijos "atenta a nuestro derecho recogido en el artículo 16 de la Constitución en el que establece que los poderes públicos tendrán en consideración las creencias religiosas de la mayoría de los españoles". El portavoz aclaró que esta concentración "no va en contra de nadie", sino a favor de la "libertad y el respeto de la gran mayoría".

La Ampa está dispuesta a recurrir a la vía judicial para que los crucifijos y demás símbolos vuelvan al centro donde han escolarizado y estudian sus hijos.