Los barberos de Almendralejo, las doce peluquerías dedicadas a cortar el pelo a los hombres, se han unido para adoptar una decisión que sirve de ejemplo de concienciación en tiempos de lucha contra el coronavirus. Han decidido no ejercer su derecho profesional de poder cortar el pelo a domicilio, desestimando así esta opción que la policía local había comunicado en sus redes sociales.

Según el escrito de la policía, el ejercicio profesional de la actividad de peluquería se podría realizar a domicilio, justificando el acta en el censo, la resolución de alta en la Seguridad Social y el recibo de autónomo. No obstante, los peluqueros locales no lo han considerado como algo seguro.

«Es una decisión tomada por unanimidad. Vimos la circular, pero era algo que no nos entraba en la cabeza. Nosotros no podemos mantener la distancia de seguridad cuando estamos cortando el pelo y deberíamos llevar trajes de protección costosos que, en algunas ocasiones, les falta hasta a los sanitarios. Es una decisión adoptada por ética y salud», argumenta Pedro Cruz, peluquero almendralejense.

A estos profesionales les ha sorprendido, además, esta medida informada por la policía local, ya que algunos se han puesto en contacto con compañeros de otros municipios de España y les han dicho que les han prohibido hacer su trabajo por las casas.