Ni el frio ni el mal tiempo pudieron frenar una cita histórica para las hermandades de Almendralejo con la primera peregrinación hasta el santuario de la Virgen de la Piedad, celebrada con motivo del Año de la Misericordia. Las diez hermandades (siete de penitencia y tres de gloria) recogidas por el consejo se vieron representadas en esta procesión extraordinaria que congregó a muchas personas en las calles de la ciudad y en torno a unas 2.500 en el atrio de la Piedad para ver la llegada de los fieles y la misa oficiada por el párroco Juan Antonio Noriego, en presencia de Rafael Corraliza, párroco de la Purificación; y Rafael Julián, su homónimo en San José.

Unos 300 fieles participaron del peregrinaje que partió de tres cortejos, cuyo recorrido estuvo custodiado, tanto en la ida como en la vuelta, por efectivos de la policía local y protección civil. Explican desde el consejo que esta peregrinación sirve para ganar las indulgencias plenarias. Para ello es preciso acudir a un templo jubilar (lo es el santuario de la Piedad), hacerlo confesado, cruzar la puerta santa, rezar el Credo y, a posteriori, comulgar.

La imagen de la Virgen de la Piedad salió al atrio como si de un 15 de agosto se tratara y allí se ofició la misa. Solo sacaron sus imágenes el Cautivo, La Merced y la Buena Muerte. H