Cuarenta personas con discapacidad reciben formación en la escuela taller que han puesto en marcha las fundaciones Konecta y Mapfre en Almendralejo con el objetivo de facilitarles su inserción laboral.

Ayer fue inaugurada esta escuela taller, que tiene sus depedencias en el centro de formación que hay en el polígono industrial, por parte del alcalde José María Ramírez, y del presidente de Konecta, José María Pacheco. Esta actuación ha sida puesta en marcha por Konecta, que asume la dirección y ejecución, y por Mapfre, que se encarga de la promoción y financiación. El fin es cubrir las carencias formativas que tienen las personas con discapacidad que hay en la ciudad y en la comarca, además de insertarlas en el mercado laboral.

La directora de la Fundación Konecta, Graciela de la Morena, destacó que demás de preparar a personas con discapacidad, se forma también "a personas en riesgo de exclusión socio-laboral para insertarlas al mercado profesional a través del Centro Especial de Empleo", que Konecta construye en Almendralejo.

CATEGORIAS DE EMPLEO Los cursos de formación que están impartiendo en este centro engloban tres categorías: la de teleoperador, auxiliar administrativo y servicios de mantenimiento y limpieza integral. Constan de tres etapas: La primera tiene una duración de dos meses y consiste en la formación profesional de los alumnos; la segunda es para que hagan prácticas profesionales durante un mes y la última es para lograr la "plena inserción laboral". La escuela taller comenzó a principios de marzo y está previsto que finalicen en junio.

Según De la Morena, actualmente unas 40 personas con discapacidad se benefician de este proyecto. Para facilitar su asistencia a las clases, Konecta ha creado una ruta que recoge diariamente a los alumnos en sus domicilios y los traslada de nuevo al acabar las clases. No solo hay alumnos de Almendralejo, también acuden de Ribera del Fresno, Torremejía, Mérida y Arroyo de San Serván.

La directora de la fundación subrayó que los resultados "están siendo muy positivos", y puso como ejemplo que ya hay seis que están trabajando en el centro de Konecta, Carrefour y Aceitunas Parsa. También comentó que si una empresa les pide un trabajador para una determinada función dentro de las tres categorías, se les forma hasta que adquiera los conocimientos necesarios. La media de edad de los alumnos es de 36 años, el 35% son mujeres, residentes en la comarca de Tierra de Barros y las discapacidades que presentan son muy diversas, desde físicas (33%), orgánicas (15%), mixta (20%), sensorial (15%), psíquica intelectual (10%) y mental (8%).

CONTINUIDAD El proyecto está diseñado para que "tenga continuidad en años posteriores y se puedan ampliar las categorías profesionales en función de la demanda por parte de las empresas de la zona". Por ello, De la Morena ve necesario que la sociedad y las empresas se conciencien "de que estas personas pueden desempeñar cualquier trabajo como cualquier otra". Por su parte, José María Ramírez se les brindó la posibilidad de hacer prácticas temporales en el ayuntamiento, para que adquieran experiencia en los servicios de auxiliar administrativo y limpieza y mantenimiento.