El 80 por ciento del aceite producido en Tierra de Barros es de la máxima calidad "virgen extra", según una investigación del ingeniero agrónomo Manuel Fuentes para su tesis tutelada por científicos de la Universidad de Extremadura y el Instituto Tecnológico Agroalimentario.

Su trabajo de investigación ha caracterizado las variedades más representativas de esta zona oleícola, como son la "morisca" y "carrasqueña".

Los trabajos han permitido deducir que de estos dos cultivos, que suponen el 92 por ciento de la superficie dedicada al olivar de toda la comarca, los aceites elaborados a partir de la variedad "carrasqueña" presentan una mejor calidad tanto físico-química como sensorial que los obtenidos del cultivar "morisca".

La directora de este estudio y catedrática de la Escuela de Ingenierías Agrarias de la Universidad de Extremadura, Concepción de Miguel, explica que los aceites procedentes de la "carrasqueña" presentaron una menor susceptibilidad al enranciamiento, mayor contenido en compuestos fenólicos y de ácido oleico.

Estos componentes son de gran interés por "sus efectos beneficiosos para la salud", y una puntuación más alta, otorgada por el panel de catadores, en "atributos sensoriales positivos".

Este hallazgo ha sido especialmente valorado por el doctor Daniel Martín, codirector de la tesis y facultativo agroalimentario del Instituto Tecnológico Agroalimentario de Extremadura (Intaex).

Y es que según ha matizado el investigador, este parámetro proporciona a las empresas del sector información sobre la vida útil estimada de estos aceites.

En la región, el territorio oleícola se subdivide en 12 zonas repartidas entre Cáceres - Gata-Hurdes, La Vera-Jerte-Ambroz, Ibores, Logrosán-Guadalupe, Montánchez y resto de la provincia- y Badajoz -Alburquerque, Vegas del Guadiana, Tierra de Barros, La Siberia, La Serena y el resto de la provincia (Jerez-Llerena).