Una temporada, la ilusión de una ciudad y el deseo imperioso de una afición, en 90 minutos. El estadio Francisco de la Hera volverá a ser el escenario de una final definitiva por ascender a Segunda División B, una categoría por la que suspira el Extremadura UD desde hace cinco temporadas. Cuatro play off perdidos y una campaña nefasta que acabó sin liguilla quieren ser enterradas por un plantel que ansía devolverle a la afición azulgrana todo el cariño de estos días. Tras el 0-0 de la ida en la Fuensanta, en Cuenca, el Extremadura está obligado a ganar al Conquense para ser equipo de Segunda B. Se espera un ambiente de grandes citas en el estadio, con el objetivo de intentar llegar a los 10.000 espectadores. Una auténtica olla a presión que explotará en torno a las 17.30 horas de la tarde del domingo.

Hace 22 años que la afición de Almendralejo no ve ascender a su equipo en su ciudad. Aquel 12 de junio de 1994, el CF Extremadura lograba subir a Segunda tras ganar 3-0 al Langreo. Desde entonces, los ascensos han sido lejos. Dos a Primera con el CF Extremadura, en Albacete y Ourense. Y los tres del Extremadura UD han sido en Azuaga, Olivenza y Mancha Real. "Creo que ya nos toca. Recuerdo, muy de joven, aquel del Langreo. En el campo viejo. Y con la afición entregada. Ahora espero lo mismo, pero con un campo más grande y, seguro, que con más gente", reflexiona el presidente, Manuel Franganillo. Prefiere no entrar a juzgar sobre qué pasará en el partido, pero tiene claro que "hay que aprovechar esta oportunidad. Nos hemos llevado decepciones y ahora es el momento del Extremadura", sentencia.

MOTIVADOS Ha sido una semana muy especial para la ciudad, pero sobre todo para los jugadores. El calor recibido en las gradas de la Fuensanta les ha tocado en la parte más sentimental y los perfiles en redes sociales han disparado un sinfín de mensajes positivos salidos desde el vestuario. Pereira, jugador del equipo, tiene claro que "no podemos fallarle a esta afición" y asegura que será más fácil teniendo un estadio lleno de azulgranas.

Marrero tiene la baja segura de Carlos Fernández, expulsado en Cuenca, y la duda de Jorge Cano, que se perdió la ida por una contractura muscular. Las variantes son múltiples, aunque la obligatoriedad de marcar le exige que, sobre el guion, exponga un 11 ofensivo este domingo.

El Conquense podría recuperar a Gerica, que se perdió la ida por otra lesión, mientras tiene la duda de Dani. Un pequeño grupo de aficionados conquenses estarán en el Francisco de la Hera, un estadio que esperar ver, 22 años después, un ascenso del Extremadura.