La nave de la empresa de reciclajes Saica, situada en una parcela del polígono industrial de la carretera de Badajoz (EX300) de Almendralejo, ha salido ardiendo por sexta vez en apenas dos años. El fuego originado en la noche del pasado lunes, sobre las 21.30 horas aproximadamente, ha sido de los más escandalosos de todos los que allí se han venido produciendo, ya que en esta ocasión se han quemado 250.000 kilos de papel y plástico prensados.

Desde el parque de bomberos comarcal no han podido dar oficialidad a las causas de este último incendio, aunque fuentes cercanas a este periódico han confirmado que, como ha ocurrido en anteriores ocasiones, hay claras sospechas de que todos los incendios que han venido sucediéndose en esta planta de reciclaje han sido intencionados.

Este extraño caso no ha pasado desapercibido para la policía que está investigando el caso desde su parcela judicial, ya que resulta muy llamativo que los incendios se produzcan siempre en el mismo lugar y prácticamente todos con características muy similares. En el último incendio, registrado este lunes, las tareas de extinción se han prolongado durante más de doce horas, según ha podido confirmar el jefe del parque de bomberos comarcal, Domingo Durán

Refuerzos / Los primeros efectivos de bomberos acudieron a las 21.30 horas y no fue hasta pasada la media noche cuando se pudo tener el fuego controlado.

Para la extinción de este fuego ha sido necesario movilizar a diez bomberos de cuatro parques distintos. Primeramente, acudieron efectivos de los parques de Almendralejo y Villafranca de los Barros. El parque local aportó dos bombas urbanas, mientras que Villafranca apoyó con un camión bomba nodriza de 9.000 litros. Al comprobar la magnitud del incendio, reclamaron la presencia de más camiones procedentes de los parques de Mérida y Hornachos.

Durante las labores de extinción, uno de los bomberos tuvo que ser atendido por los servicios sanitarios por sufrir un golpe de calor debido a las altas temperaturas. Afortunadamente, el bombero pudo recuperarse pasada una hora después e, incluso, ayudó nuevamente a sus compañeros en las labores de extinción del fuego.

Una de las principales preocupaciones que tuvieron los bomberos a la hora de actuar fue tratar de evitar que las llamas se propagaran a las naves colindantes donde funcionan otras empresas. Gracias a la rápida y eficaz labor de los bomberos se evitó males mayores en este sentido.

Según ha podido saber este periódico, los propietarios de las naves de alrededores a esta planta de reciclaje están muy preocupados por la situación. Consideran que es «anormal» que haya tantos incendios en una misma empresa y piden que el caso sea investigado y solucionado lo más rápido posible. Este periódico se ha intentado poner en contacto con responsables de la empresa Saica, pero sin éxito. Sí se sabe que la empresa contrató a un vigilante para las 24 horas después de los episodios anteriores, aunque este hecho no ha podido evitar el nuevo incendio.