TEtstamos viviendo un momento social en el que tanto el hombre como la mujer entramos por igual en el mundo laboral. Esta situación nos lleva a que los horarios laborales de ambos padres sean incompatibles y necesiten buscar quienes les cuiden de los niños mientras trabajan, responsabilidad que, en la mayoría de los casos, recae en los abuelos. Si bien es cierto que la mayoría de ellos por su condición de jubilados cuentan con tiempo libre para ayudar, también se les exige responsabilidades que les acarrean una vida llena de cargas de las que ellos ya han dado cumplida cuenta. Muchos de estos abuelos desempeñan el papel de padres, por un lado, durante mucho tiempo cuidan a sus nietos como hicieron con sus hijos; se ocupan de llevarlos al colegio- etc. Y, por otro lado, sufren en sus propias carnes las rebeldías de los nietos. Y además de esto, le sumamos el estado de estrés que se les ocasiona el estar permanentemente vigilando la seguridad de los mismos. Los lazos de unión entre los abuelos y los nietos deben ser cada vez más fuertes, y que los abuelos disfruten y sean referentes para sus nietos, pero no debe significar que ellos desempeñen el rol padres. Creo, que deben de gozar de su bien merecido descanso sin tanta carga y, sobre todo, en ningún momento deben de actuar y ocupar el lugar de los padres, tanto a la hora de imponer la disciplina como a la hora de acatar las normas de convivencia del hogar. Es necesario que les facilitemos todo para que ellos sean felices y, aunque sea absolutamente necesaria la presencia de los abuelos en nuestras vidas, ellos sigan viviendo la suya propia.