El ayuntamiento y la empresa gestora del servicio del agua, Urbaser, están realizando una serie de ajustes para equilibrar la presión del agua en la red de suministro y evitar así más roturas de tuberías como las que se produjeron en la tarde del martes.

La pasada semana se pusieron en funcionamiento los cuatro nuevo depósitos de agua de la ciudad en los que se ha invertido casi cinco millones de euros, lo que ocasionó la rotura de tuberías cuando se conectaron con la red principal. La primera tuvo lugar el jueves por la tarde en la avenida de la Paz y el viernes hubo otras dos en la misma calle y en la carretera de Santa Marta.

Durante el fin de semana no se ha producido ningún problema, hasta este martes por la tarde en el que se registraron cinco nuevas roturas. La primera tuvo lugar en el camino Husero sobre las seis de la tarde, la segunda en la avenida de la Paz, la tercera en la plaza de Extremadura, la cuarta en la calle Vázquez Camarasa y la quinta, de nuevo, en otro punto de la avenida de la Paz sobre las diez de la noche. Desde el primer momento, Urbaser ha estado reparando las averías y ya están todas controladas, inncluso no ha habido que cortar el suministro de agua en la mayoría de las zonas afectadas, pero sí en determinadas calles como Vázquez Camarasa, Becerro o Juan Carlos I, ya que las averías se produjeron en la red de abastecimiento. No obstante, ayer al mediodía los vecinos de estas zonas ya tenían suministro de agua en sus propiedades.

Las roturas de tuberías se han producido por la entrada de aire en la red cuando se conectaron los depósitos con la misma. Este aire se comprime y se localiza en puntos altos de las tuberías, lo que provoca una explosión de las mismas. También influye el estado de algunos tramos de tuberías, ya que están muy deterioradas al tener más de 50 años. Estas no soportan el aumento de la presión del agua y estallan. El arquitecto municipal, Pedro Burguillos, explicó ayer que también entra aire a la red cuando se produce una rotura, por ello se dan varios casos sucesivos.

Ante esta situación, se están realizando ajustes de la presión. Se ha reducido la misma y se irá aumentando de forma progresiva hasta alcanzar un punto optimizado o equilibrado. Esto supondrá un plazo de unos diez o quince días. En este tiempo se podrían dar otros casos de roturas, aunque el ayuntamiento espera que no ocurra porque está más controlado. El concejal del Servicio de Agua, José Antonio Regaña, señaló ayer que el objetivo de lograr el citado equilibrio es evitar más roturas y mejorar el suministro, razón por la cual se han hecho los nuevos depósitos. Además de aumentar la capacidad de abastecimiento, se pretende que las zonas altas donde ante no llegaba bien el agua, tengan ahora suficiente presión.

Por su parte, ayer por mañana el alcalde, José García Lobato, y el concejal de Infraestructuras, Luis Alfonso Merino, se reunieron con Urbaser y los técnicos municipales para analizar esta situación y estudiar algunas soluciones. Así, Merino anunció que una de ellas será aprobar la sectorización del suministro de agua y que los trabajos que se hagan a partir de ahora estarán encaminado a su consecución

Por otro lado, el equipo de gobierno pidió a los ciudadanos que si ven alguna anomalía en el agua o en su suministro avisen a Urbaser, a través de los teléfonos 924 677 916 (de ocho de la mañana a tres de la tarde) y al 638 036 034.