La muerte de siete perros mascota en la zona de las traseras del polideportivo municipal por presunto envenenamiento ha generado alarma social entre los vecinos de la zona. Uno de ellos, Diego Luis Rodríguez, dueño de uno de los perros envenenados, ha relatado a este periódico que están intranquilos por esta situación. Cuenta que su bulldog inglés llamado ‘Acho’ apenas duró 24 horas tras ingerir el veneno. Sospechan que lo pisó en calles aledañas y que al lamarse pudo ingerirlo.

También informó de que otro residente damnificado por la situación pagó un estudio veterinario para saber a qué se debían las muertes y dicho informe dictaminó envenenamiento. «Es un matarratas muy fuerte y de un efecto casi inmediato», relata Diego Luis. La alarma se ha extendido por redes sociales. Algunos sospechan que pueda haber alguna persona detrás de estos envenenamientos tan seguidos.

El ayuntamiento informó ayer de que han sido muchos los vecinos que han ido a preguntar al consistorio por el método utilizado para tratar parques y jardines. El consistorio les explicó que no utiliza ningún tipo de herbicida para ello y que la eliminación de la hierba se realiza a través de tareas de desbroce que hace la empresa Minusbarros.

Además, señaló que «los únicos tratamientos fitosanitarios que se han hecho por parte del ayuntamiento son a través de endoterapia, una técnica que consiste en inyectar el producto a la planta», reza el escrito. Dicho proceso se ha usado para tratar la plaga del picudo rojo en las palmeras conforme a las prescripciones de la Dirección General de Sanidad Vegetal de la Junta de Extremadura. «Dichos tratamientos no son nocivos para la salud ni causantes de intoxicación por su ingesta, inhalación o contacto», detalla el ayuntamiento.

En cuanto al proceso de desratización, se lleva a cabo mediante cebos biológicos en zonas inaccesibles como alcantarillado y arquetas de la ciudad, por lo que no están al alcance de personas ni mascotas.