El edificio que corresponde al albergue juvenil situado en la avenida Rafael Alberti, de tres plantas y 750 metros cuadrados, podría ser utilizado en un futuro a corto o medio plazo para otro tipo de actividades, una vez que en diciembre del pasado año finalizaba un convenio que hasta la fecha había restringido su uso para personas adultas. El alcalde de la ciudad, José García Lobato, ha confirmado que la restricción en cuanto a su uso ha terminado y ahora, desde el equipo de gobierno, estudian las posibilidades que puede tener esta infraestructura.

Lo primero que debe estudiarse es la demanda que tiene este albergue juvenil en la actualidad, dice el alcalde. "Tenemos que pensar con qué objetivos se abre esta instalación municipal. Sin restricciones, se abren nuevas posibilidades de utilización y para ello hay que tener clara su demanda", apunta Lobato. El primer edil asegura que se están estudiando opciones y la manera de gestionarlo, tanto si se hace a través de un proceso de concurso público o una gestión municipal directa. La delegada de Juventud, Carmen Reviriego, ya dijo a mediados de diciembre que se estaba estudiando "un nuevo proyecto" y que "no tiene que ser un albergue juvenil", apuntando a la necesidad de estudiar la demanda ciudadana.

El albergue juvenil no tiene un uso regular en la actualidad. Hasta la fecha sólo se ha utilizado para diversos colectivos que venían en fin de semana, para campus deportivos o como alojamiento de jóvenes en maratones de fútbol sala.

El edificio cuenta con tres plantas. En la primera están las zonas comunes, lavandería, recepción, comedor, sala de usos múltiples, cocina y almacén. Las otras dos plantas están repartidas en diez habitaciones con cuatro literas en cada una. La capacidad es de 40 plazas.

Su construcción se originó fruto de un convenio entre el Instituto de la Juventud de España y el ayuntamiento, con una inversión de 396.000 euros. La obras finalizaron en 2008, aunque durante casi tres años se estuvo dotando de mobiliario.