El alcalde José María Ramírez admitió ayer que el ayuntamiento y la policía local tienen conocimiento de la existencia de un asentamiento ilegal en Almendralejo, concretamente en el camino rural Lobón, en un edificio donde antes había un taller. Señaló que desde hace varios días están hablando con el dueño de esta nave para que presente la oportuna denuncia y puedan proceder al desalojo del mismo.

En caso de que no la presente, será el consistorio el que proceda a denunciar y después efectuará el desalojo, como indican las ordenanzas municipales que prohíben los asentamientos ilegales en la ciudad.

Ramírez también reconoció que en los últimos días se han detectado algunos asentamientos, pero que ya han sido levantados. Los dos últimos casos se produjeron el miércoles, en el restaurante conocido como Los Pozuelos y en una nave también ubicada en la Nacional 630, donde vivían 70 personas. Trabajadores del ayuntamiento sacaron cuatro camiones con la basura y enseres que habían acumulado.