TLta mortalidad de los hombres públicos se pone a prueba: por lo que uno dice, escribe o hace. Obama , la esperanza de medio mundo, compareció públicamente y pronunció la ya histórica: "La cagué" y a renglón seguido pidió perdón a los americanos, cuando se descubrió que cuatro de sus máximos colaboradores habían defraudado al fisco. Les picó billete. Darwin , "El hombre decente" , agnóstico, escribió para la humanidad su manual sabiduría y entendimiento, y el todavía alcalde de Villanueva de la Serena, Miguel Angel Gallardo , aún ni se ha planteado el dimitir, por el asunto del chalet ilegal construido por su legítima esposa, vulnerando, según la Guardia Civil , el Código Penal, la Ley de Aguas, del Suelo, Red Natura 2000 y un Humedal de Importancia Internacional según la U. E. en lugar de andar con el pin-pan-pun a todo lo que se mueve. Cuántos más votos respaldan en las urnas a un político, mayor responsabilidad y probidad pública se debe auto-exigir ante sus conciudadanos. En la vida, todos erramos alguna vez, sin intención o con alevosía. Lo substancial es reconocerlo y obrar, con conciencia, en consecuencia. En la cosa pública la estética es vital: Alonso Puerta y Antoni Asunción , sin ser culpables de nada, en su día con sus dimisiones dieron una magistral lección de ética y estética a toda la sociedad y a sus políticos. Los dos evidenciaron haber leído y entendido a Julián Besteiro , sucesor de Pablo Iglesias en el PSOE y la UGT y Catedrático de Lógica Fundamental, al afirmar: "Se es socialista, cuando coincide la forma de pensar, de predicar y de vivir" .