Las alegaciones al nuevo Plan General Municipal (PGM), aún en trámite, se contestarán cuando se apruebe de forma inicial el documento en sesión plenaria, que será después de las elecciones municipales del 22 de mayo.

Así, lo anunció ayer el alcalde José María Ramírez en el programa Café de Estudio de Radio Almendralejo, tras la pregunta de una oyente. Ramírez reconoció que hace un año dijeron que el PGM estaría aprobado definitivamente en 2010 porque era lo que pensaban, pero "no ha podido ser".

Hace un mes, el equipo redactor entregó el documento con las modificaciones incorporadas tras estudiar las alegaciones que presentaron los ciudadanos cuando se aprobó provisionalmente. Actualmente, se están incluyendo unas modificaciones de la nueva Ley del Suelo de Extremadura que afecta al suelo urbano no consolidado, y mientras terminan, el equipo de gobierno está explicando los cambios. Cuando los técnicos municipales revisen el PGM se volverá a someter a exposición pública para iniciar otro plazo de presentación de alegaciones. Después se llevará de nuevo a pleno para su aprobación inicial.

Aunque haya que esperar este proceso, Ramírez aclaró ayer que seguirán dando información sobre el PGM y los cambios que ha sufrido. Además, de haber mantenido ya un encuentro con la Asociación por la Mejora y el Seguimiento del PGM (Asemepla), ayer estuvo durante tres horas y media contestando a los oyentes y prevé reunirse con los afectados cuando los arquitectos entreguen el documento con las modificaciones de la nueva normativa.

RESPETO DE EDIFICIOS Precisamente, estos cambios afectan a las zonas más "conflictivas" y que más incertidumbre ha creado entre los ciudadanos. Son Las Pizarrillas, San Marcos o el entorno de la calle Alberca, que pasarán a tener uso residencial. Según el alcalde, ahora se contempla el mismo "modelo de ciudad" que desde el principio, pero con una "gestión diferente". Y recordó que el planteamiento es respetar el "parcelario y el viario" existente, de tal forma que el que tiene una parcela o un terreno de 200 metros cuadrados en estas zonas se quedará con él. "Saldrán calles de seis metros de anchura en vez de diez y habrá que buscar sitio a las zonas dotacionales o verdes en esos huecos donde no haya edificado nada ahora", explicó Ramírez, quien añadió que así "cada uno conserva su parcela".

Además, los propietarios podrán hacer las cesión "monetizando" en vez de dar el suelo para usos dotaciones, y las urbanizaciones de las calles se podrán hacer con unidades de ejecuciones más pequeñas. Sobre la monetización aseguró que los cálculos estarán "sujetos a valoraciones", y los cobros se podrán hacer en distintos pagos, e incluso pasar por el Organismo Autónomo de Recaudación (OAR).

En referencia a estas tres zonas, Ramírez avanzó algunas modificaciones o cambios. Así, adelantó que las zonas verdes en el entorno de la calle Alberca irán en el Pío (antigua zona del botellón), que es propiedad municipal, y en un espacio de la antigua fábrica de harina pegado a la carretera de Badajoz. Sobre San Marcos, indicó que se respetarán todos los edificios existentes, pero si están en determinadas zonas no se podrá edificar al lado.

VIA DEL TREN Otra de las actuaciones contempladas en el PGM a las que ayer se hizo alusión el alcalde es la elevación de la vía del tren. El documento planteaba un desarrollo residencial hacia la autovía, con una amplia zona verde, que "a efectos estéticos quedaba bien, pero no a efectos prácticos". Por ello, se mantiene la elevación del tren conservando los edificios de la avenida Juan Carlos Rodríguez Ibarra y dándole un uso residencial y comercial.

En líneas generales, Ramírez consideró que hay que seguir informando a los ciudadanos sobre el plan y señaló que es "mejor" hacerlo con tranquilidad. Además, añadió que los partidos políticos "no deben sacar tajada" del PGM, porque se trata del "futuro de Almendralejo". Así, recordó que este nuevo plan surgió por el crecimiento de la ciudad y por problemas endémicos como San Marcos o Las Pizarrillas, al que el actual Plan General de Ordenación Urbana de 1995 no daba soluciones.