Las fiestas de la Piedad cumplen ahora 200 años, mientras que la feria de la vendimia se ha celebrado ya en 47 ediciones. Desde entonces, el acto central de la feria, habitualmente en el atrio de la Piedad, es considerado el momento culmen de las fiestas de Almendralejo. Solo una persona en la ciudad no se ha perdido nunca ese momento: Alicia García Rubiales. Este año tampoco faltará, pero en esta ocasión será una de las grandes protagonistas: la pregonera oficial de las fiestas.

Alicia García Rubiales, nacida el 2 de abril de 1955 en Almendralejo, lo sabe «absolutamente todo» de este acto central. Sobre el escenario del atrio de la Piedad ha bailado, cantado, organizado coreografías, diseñado escenas e, incluso, ha tenido que estar de transportista de materiales de un sitio para otro, como ella mismo dice. Únicamente le faltaba ser pregonera «y sabía que esto podía llegar cualquier año. Ha llegado ahora y siendo una ilusión y una responsabilidad tremendas».

La noche del 14 de agosto será especial porque Alicia García Rubiales está dispuesta a sacar del cajón de sastre todos esos recuerdos, detalles y anécdotas que se han producido en casi medio siglo de feria.

En Almendralejo, Alicia, siempre será «la de los coros y danzas». Una mujer con una fuerte vinculación con el grupo folclórico Tierra de Barros, colectivo donde lo ha sido todo, hasta presidenta. Familiar, atenta y aventurera. Docente de profesión. Su vocación, bailar. Lo hizo durante más de 50 años. Ahora, los pequeños aprenden de ella. Una almendralejense nacida para enseñar.