Vive, posiblemente, su mejor etapa como actriz profesional, aunque ella siempre prefiera no mirar ni hacia atrás ni hacia adelante. Ama su profesión por encima de todas las cosas desde hace más de dos décadas, cuando de pequeña, con apenas 15 años, decidió apuntarse a un taller de teatro de la universidad popular que por entonces dirigía Fermín Núñez. Estaba probando las mieles o el veneno del teatro, según se mire, pues aquello le atrapó para siempre. Ahora, a sus 36 años, atraviesa una fase de madurez artística que viene acompañada de éxitos como su papel en El cerco de Numancia , una de las obras estrellas programadas para conmemorar el centenario del Carolina Coronado y que se representará este viernes. Ana García es una almendralejense que está labrándose su camino en un mundo, como ella dice, repleto de emociones.

--Vuelves a hacer teatro en el Carolina Coronado por segundo año consecutivo.

--Sí, es cierto. El año pasado nos fue muy bien con la obra Los gemelos , que tuvo lleno. La verdad es que el teatro Carolina Coronado lo piso a menudo. No solo en obras, sino que forma parte de mi espacio de trabajo para ensayos. Es como mi casa.

--¿Por qué este es un regreso especial?

--Por varios motivos. Primero, la parte personal. Es siempre un orgullo subirme al escenario del Carolina Coronado. Me impresiona desde pequeña y tengo que reconocer que todavía hoy me tiemblan un poco las piernas cuando me subo en su escenario. Lo segundo es porque va a lucir muy bonito. Esta obra la viene genial. Hay un trabajo de iluminación precioso y una escenografía muy simbólica. Es un regalo para el teatro poder tener El cerco de Numancia en su centenario.

--¿Y qué de especial le puede dar la obra al centenario?

--Del escenario al patio de butacas se llenará de emociones porque la obra, además de tener un gran contenido político y social, cuenta sobre todo con mucha humanidad, que es lo que precisamente le quiso dar Florián Recio con su versión. Rescató lo universal, que son los sentimientos, y Paco Carrillo hizo el resto con los actores.

--El público será muy conocido para ti.

--Estoy deseando que llegue el día. Es una oportunidad de compartir todo lo bonito que esconde la historia de El cerco de Numancia con la gente que más quiero. Es un relato que habla mucho del amor y la amistad. Siempre pienso que cada uno, en su vida, tiene un medio de expresión diferente. El mío es el teatro y esta obra me va a poder permitir expresarlo.

--¿Se puede decir que estás en tu mejor momento?

--Se puede decir que estoy bien. Tengo trabajo y hago proyectos que me entusiasman, pero siempre he intentado que cada momento, fuera el mejor para mí. Tengo mucha gratitud por estar donde estoy.

--¿Es cierto aquello de que el teatro hipoteca la vida de actores y actrices?

--Yo lo diría de otro modo. El teatro no es lo que hago, es lo que soy. Es mi vida y no lo puedo concebir de otra manera. Vivir experiencias con mis amigos o familia con la misma intensidad me ayuda a enriquecer mi profesión.

--¿Un consejo para las jóvenes que buscar el mismo sueño?

--Que se puede. Basta con tener una base y que ames lo que estás haciendo. Confías, trabajas y desarrollas esa ilusión. Y perfectamente se puede hacer realidad un sueño.