Los 30 alumnos mayores de 45 años que han finalizado su formación valoran muy positivamente la experiencia. Destaca el relato de Isabel Alvarez Sánchez, que ha trabajado en el taller de pintura: "me siento muy orgullosa del trabajo realizado y de todo lo aprendido. Yo estaba desempleada y me sentía muy mal psicológicamente. Esto me ha dado la vida. No sabemos qué pasará ahora, pero la experiencia es muy buena". Isabel, además, ya sabe un nuevo oficio. "Antes no tenía ni idea de pintar y ahora sé hacerlo bien. Para personas como nosotros, con muchos problemas para encontrar empleo, poder formarte y aprender un nuevo trabajo es muy gratificante".