El mal estado en el que se encontraba la cubierta del santuario de la Piedad ha obligado a llevar a cabo una serie de obras para cambiar el tejado, las cuales están prácticamente finalizando, según comentó ayer su rector, Juan Antonio Noriego, quien explicó que la limpieza de la cubierta, que se solía hacer todos los años, no es suficiente este para solventar los problemas que tenía la ermita.

Según Noriego, las abundantes lluvias del invierno provocaron filtraciones de agua en el interior y humedales que ahora tienen que esperar a que se sequen para poder pintar. El rector comentó ayer que se trataba de una actuación muy necesaria, pero que no se ha podido hacer antes por el proceso burocrático que ha supuesto porque el edifico está protegido por la Junta.

Noriego informó de que esta actuación se ha financiado con el dinero del santuario y que se seguirán haciendo algunas reformas, como el cambio de la megafonía. "El santuario necesita mejoras y el patrimonio de la Virgen una restauración, pero son cosas que hay que hacer poco a poco", señaló.