Ni el frio ni un horario más tardío de lo habitual frenaron a miles de familias al completo para salir a la calle y saludar a sus majestades Melchor, Gaspar y Baltasar al paso por Almendralejo. La tarde noche más mágica del año pasó casi volando en la capital de Tierra de Barros, con música, mucho colorido, toques de mucho arte y caramelos, multitud de caramelos para los que esperaban para pedir ese último deseo.

Más de una veintena de carrozas partieron en esta ocasión. El horario se retrasó por el fútbol, ya que el partido del Extremadura obligó a fijar la salida a las seis de la tarde. Los jugadores azulgranas, felices por la victoria ante el Alcorcón, fueron los primeros en ver de cerca a los Reyes nada más acabar el partido. Diego Capel, Enric Gallego, Roberto Olabe o Álvaro Fernández no dudaron en hacer aún más felices a los niños.

El Extremadura tuvo bastente protagonismo, ya que una de las caravanas que portaba al Rey Baltasar había sido organizada por el club y se presentaba como una de las más coloridas. También muy deslumbrantes las carrozas de Melchor y Gaspar, de las más numerosas.

Música y pasacalles

Los dibujos ánimados y los superhéroes fueron, como de costumbre, los temas más recurridos para adornar la cabalgata. Acompañó durante el trayecto un pasacalles con Mickey y varios ayudantes que bailaban al son de la música.

Otra de las caravanas más gigantescas fue la llamada Fábrica de los Juguetes, todo un tráiler portando decenas de duendes cargados de caramelos y regalos para la ocasión. Superhéroes como Spiderman, Superman o Mario Bross también viajaron en primera clase de otra de las caravanas.

Un toque flamenco a la cabalgata se lo puso la escuela de baile de Carmen La Parreña, quien decidión vestir a todos sus integrantes con disfraces de ovejas flamencas. Otros prefirieron tirar de clásicos como el gran barco cargado de marineros o una carroza muy numerosa con indios a bordo.

Lo cierto es que son los centros educativos y las guarderías infantiles las que más trabajan para que esta cabalgata de Reyes siga con mucha vida y colorido cada 5 de enero. El baño de masas mayor que tuvieron los Reyes lo vivieron a lo largo de toda la avenida de la Paz, donde esperaban miles de personas para saludares. Fue uno de los momentos más mágicos y espectaculares de la tarde.

Los Reyes Magos ya estuvieron el día antes en el teatro Carolina Coronado recogiendo las cartas cargadas de deseos de los niños. Nuevamente, las largas colas se multiplicaron para poder hacerse una fotografía con ellos.

Dentro de la cabalgata hay que hacer una mención especial a los cuerpos de seguridad que, durante el pasado 5 de enero, redoblaron esfuerzos para garantizar la seguridad primero en un evento con tanta afluencia de público como el fútbol (con cerca de nueve mil personas en las gradas) como seguidamente en la gran cabalgata, siempre pendiente de que ningún niño pudiera abordar las carrozas que ibán transcurriendo por la calzada.

El gran desfile de este año contó con más de 3.000 kilos de caramelos repartidos por todas las calles. Los Reyes volvieron a partir del ferial para bajar por la carretera de Santa Ana y darse su primer baño de multitudes en la rotonda más próxima al Hotel Acosta Centro. Después, el gran paseo por la avenida de la Paz para después subir hasta la carretera de Santa Marta, doblar por Ortega Muñoz y terminar con una colección de fuegos artificiales en el Palacio del Vino y la Aceituna.

Mientras los Reyes llegaban al Palacio del Vino, los voluntarios de Cruz Roja se repartían por más de 140 viviendas de Almendralejo, Fuente del Maestre y Torremejía para dejar regalos en casas de niños con menos recursos. En total abordaron 143 familias elegidas servicios sociales.

Los Reyes pasaron para dejar felicidad y para avisar que el año que viene, están de vuelta.