El ascensor que han puesto en el centro cultural San Antonio para conectar la planta baja con la primera, en la que se encuentran zonas como el salón de actos o la biblioteca municipal, ya está funcionando. Lo hace desde el pasado mes de marzo, aunque hasta ayer no fue inaugurado oficialmente tras la conclusión de algunas pequeñas actuaciones que se han demorado hasta estas últimas semanas.

Su apertura y puesta en funcionamiento ha coincidido con la presentación de dos libros que han sido escritos por personas con discapacidad y que pudieron utilizar el elevador por primera vez en la jornada de ayer para llegar al salón de actos. Se elimina así una de las barreras arquitectónicas más demanda por la ciudadanía, aunque según explicó el alcalde José García Lobato todavía pueden realizarse más arreglos.

La actuación ha contado con un presupuesto de 92.000 euros, de los cuales 50.000 han sido concedidos por la Junta de Extremadura, siendo el resto dinero municipal. Para llevarlo a cabo, el consistorio tuvo que solicitar asesoramiento a la Oficina Técnica de Accesibilidad de Extremadura (Otaex), que redactó un estudio para compatibilizar los criterios de accesibilidad con la protección de un edificio histórico. Junto al ascensor se ha hecho una rampa para personas con discapacidad con dirección al salón de actos, se ha mejorado la accesibilidad de entrada al patio central, se han ensanchado los pasillos de ambas plantas y se han adaptado los cuartos de baño.

"No solo era poner un ascensor, sino también era objetivo darle vida a un edificio que tenía coartada las posibilidades de uso y disfrute para personas con problemas de movilidad", destacó

Lobato confirmó además que el ayuntamiento seguirá presentándose a nuevas convocatorias para eliminar barreras arquitectónicas. Así, comentó que estudian la posibilidad de instalar otro ascensor en el Palacio de Monsalud, edificio que alberga el ayuntamiento, así como en el edificio de la antigua escuela de música, también junto a la Purificación.