Un informe redactado por el jefe de planta de la estación depuradora de aguas residuales, Santiago Avilés, recoge que la estación no es la causante del aumento de los malos olores que recientemente han denunciado los vecinos de la zona de Tiza.

Según ese escrito, solicitado hace 15 días por el ayuntamiento, el incremento de los olores se debe a las obras de la carretera EX-300. El informe recoge que durante dos días el agua residual que produce Almendralejo se desvió al arroyo Harnina, mientras se realizaba la conexión con el nuevo colector. Así, la cantidad de residuos que transportaba el arroyo antes de llegar a la estación, unido a las altas temperaturas de principios de junio, hace pensar al responsable de la depuradora que ése es el motivo del aumento de los malos olores.

En el informe, Avilés reconoce también que los parámetros de contaminación son muy elevados en el agua que llega a la depuradora. Según el jefe de planta, "determinadas industrias, entre ellas las de aceituna, están continuamente realizando vertidos que sobrepasan los límites máximos permitidos por el nuevo reglamento municipal de vertidos y depuración de aguas residuales". Además, el mal olor que se percibe en algunas calles, como en Francisco Pizarro, se debe a la actividad industrial de algunas empresas que vierten al alcantarillado del casco urbano y nunca a los conductos de la estación, tal y como recoge el informe elaborado por Avilés.