El ayuntamiento ha firmado un convenio con la Fundación Once y con el Imserso para redactar un plan de accesibilidad de la ciudad que permita eliminar las barreras arquitectónicas de los diferentes edificios públicos y de las calles.

Durante tres años, el consistorio ha estado solicitando al Gobierno central este plan de accesibilidad.

Según explicó ayer el portavoz del equipo de gobierno, Fernando Bote, hasta ahora el Ministerio de Educación, Política Social y Deportes no les ha concedido una subvención para llevarlo a cabo.

Así, el presupuesto total del convenio es de 81.000 euros, de los que 43.800 euros los aportará el Inserso, 9.744 la Once y el resto el consistorio.

Bote explicó que la ayuda aportada por el ministerio y la redacción del plan es muy importante, además, porque los ayuntamientos que cuentan con un plan de accesibilidad aprobado tienen más opciones de recibir ayudas económicas del Gobierno central para ejecutar las obras.

Ahora el ayuntamiento sacará a licitación la redacción de este plan para adjudicarlo a una empresa especializada.

Después, se tendrá que incorporar dinero en los presupuestos municipales para pagar las obras. Para ello, el consistorio solicitará dinero al Gobierno central.

Según prevé Bote, el desarrollo del estudio y la redacción del proyecto tardará unos tres meses.

CALLES Y EDIFICIOS PUBLICOS El plan de accesibilidad estudiará y marcará unas pautas para eliminar las barreras arquitectónicas de las calles y de los edificios públicos que pertenezcan al ayuntamiento.

Así, el portavoz del equipo de gobierno señaló que los edificios más problemáticos son el Palacio de Monsalud (que alberga el ayuntamiento) y el centro cultural San Antonio, donde está entre otras dependencias la biblioteca municipal.

La Dirección General de Patrimonio comunicó la semana pasada la denegación del proyecto que han redactado los arquitectos municipales para instalar un ascensor en este centro.

Según Bote, es la segunda vez que no admiten las sugerencias. Así, consideran instalar un ascensor externo en el edificio o que sean ellos quienes sugieran donde se debe poner.

El centro cultural está catalogado como edificio protegido y el consistorio pretende instalar un ascensor para eliminar las barreras arquitectónicas y que los usuarios puedan acceder a la primera planta, donde se encuentra la biblioteca municipal y el salón de actos del centro.

Otras de prioridades son el antiguo ayuntamiento (dónde está ahora la sede de la escuela municipal de música) y los colegios públicos.

Incluso, en el pleno infantil del pasado viernes, que se celebró para conmemorar el 30 aniversario de la Constitución, un niño del colegio público Montero de Espinosa le preguntó al alcalde, José María Ramírez Morán, qué medidas se pueden adoptar para que un compañero suyo que está en silla de ruedas acceda a las plantas superiores del centro o por qué no se instala un ascensor.

Ramírez le comentó al escolar la puesta en marcha de este plan de accesibilidad, que además, de "beneficiarse los niños y los que van en silla de ruedas, también lo harán las personas mayores".

En este sentido, Bote explicó que aunque los centros educativos son competencias de la Junta de Extremadura sí van a incluirlos en el plan de accesibilidad, aunque después haya que pedir el dinero a la Administración regional para llevar a cabo las obras.

"Hay muchos colegios que tienen este problema, como el Ortega y Gasset, que es un edificio antiguo, en pleno centro y con tres plantas", comentó.

MEDIDAS ADOPTADAS YA No obstante, Bote recordó ayer que el ayuntamiento hace tiempo que aplica medidas para eliminar las barreras arquitectónicas en la ciudad.

Sobre todo en las remodelaciones de las vías públicas que se han hecho en los últimos años, en los edificios nuevos, como el centro cívico, la instalación de las sillas hidráulicas en las piscinas municipales o un ascensor en la plaza de toros. "En todas las cosas nuevas que se hacen se contemplan que no tengan barreras arquitectónicas y su accesibilidad sea completa", añadió.

Esta es una de las razones por las que se hacen "los tan criticados acerados grandes en las calles".

Incluso en el nuevo Plan General Municipal (PGM), ahora en redacción, se contemplarán todas estas medidas. "Existe una Ley de Accesibilidad que debemos cumplir porque es una mejora de la calidad de vida de algunos ciudadanos".